El internet de las cosas, los wearables, la realidad aumentada y los sensores, sobre todo los sensores. Estos serán los auténticos protagonistas de la revolución que se avecina. Los sensores van a formar parte de nuestras vidas. Nuestro smartphone ya está plagado de ellos y algunos sectores ya empiezan a ver sus posibilidades. Pero pronto estarán en la calle, en la carretera, en las bicicletas, en nuestras casas, en las televisiones, en los electrodomésticos. Será la nueva manera de obtener información y de interactuar con la realidad.
Nos harán la vida más fácil y nos convertirán en auténticos superhéroes, desarrollaremos nuestros sentidos, nuestras capacidades aumentarán. Tendremos superpoderes y seremos superinteligentes. Podremos acceder a información de muy difícil acceso en tiempo real y encima, sin necesidad de buscarla. Pero lo más fascinante de esta revolución del contenido por sensores es, que a partir de ahora, la manera de contar las historias va a evolucionar. Utilizaremos sensores para contar historias, para entretener, para informar, para controlar nuestra salud, para ver la televisión. ¿Habéis pensado en las historias que nos podrían contar las cocinas del futuro?
Los IBEACONS
El Ibeacon es el sensor creado por Apple de bajo consumo y accesible a todos. Un sistema de posicionamiento de interiores (IPS indoor positioning system) muy preciso que nos abre las puertas a un nuevo mundo con un sin fin de posibilidades. El Ibeacon puede ser verdaderamente el inicio de una nueva manera de plantear la información, el contenido y la manera de acceder a él. La integración de estos sensores en nuestras vidas es casi inminente.
Ya se están utilizando dentro del marketing de proximidad, en hoteles, aeropuertos, festivales, tiendas, cines, museos, para ofrecer cupones y ofertas. Aunque según parece, en este sector, los ibeacons todavía no han despegado. (ver aplicaciones) Pero está claro que donde más va a impactar la integración de este tipo de sensores va a ser en nuestras casas.
SMART HOME
Ahora a través de nuestro smartphone o wearable, los sensores sabrán en qué habitación estamos exactamente. Así que, imaginaos como va a ser el nuevo sistema de domotización de nuestras próximas casas. Porque una cosa es que tu casa esté domotizada y otra muy distinta, que tu casa detecte tu presencia al estar cerca de ella, que la puerta se abra a tu llegada, la música se encienda, la luz de las estancias también, la televisión ponga tu programa favorito, y el horno empiece a calentar.
La empresa Estimote proporciona un pack de tres sensores por 99$. Y la aplicación Launch Here convierte tu móvil en un asistente virtual . Y si a esto le añadimos el nuevo Siri smart dock, pues tendríamos nuestro propio asistente virtual en toda la casa y controlado por voz.
Gracias a los wearables, vamos a pasar del “touching data” (tocar la información) al “sensor data”. Ya no hará falta que saquemos el Smartphone de nuestro bolsillo. Los dispositivo reaccionarán ante nuestra presencia. Imaginaos que estás en el salón de tu casa y te comunicas con el asistente virtual: “Siri, pon el juego”. La televisión se enciende y empiezas a jugar. Pero de repente te entran ganas de picar algo y vas a la cocina. Los sensores detectan que no estás en el salón y pone el juego en pausa. En la cocina, con las prisas, se te caen unas migas al suelo. En ese momento, dices “Siri, el suelo de la cocina está sucio” y el robot aspirador se pone en funcionamiento. No, no es ciencia ficción. Es la realidad.
Sensor Content Revolution- Sensor storytelling
Pero lo más interesante de este «nuevo» dispositivo es, como pasa con cada gran evolución tecnológica, que se abren nuevos caminos. Ahora, utilizaremos los sensores para contar historias. Estamos hablando de una nueva manera de narrar, ya sea entretenimiento, periodismo o información; Estamos ante lo que podríamos llamar una revolución del contenido por sensores; y esto implica, que el storytelling vaya un paso más allá y evolucione.
Da igual el campo en el que nos movamos, los sensores van a tener un gran protagonismo. Sobre todo, desde el punto de vista del storyteller. A los creativos se les abre un nuevo camino para jugar con el contenido, la contextualización y la localización.
Los datos obtenidos en sí, no son más que datos. Hay que dotarles de sentido, de historia, de storytelling. Y sobre todo, personalizarlos. Porque al final, lo que nos interesa, es lo que sucede en el lugar donde estemos y la información que podamos obtener en ese momento en el que uno se encuentra. Por ejemplo, el tiempo; yo quiero saber si va a llover o granizar en mi jardín o si va a salir o no el sol en mi terraza.
Desde el punto de vista del entretenimiento va a ser toda una revolución. Los City Games tendrán otra envergadura. Imaginad que el hecho de que yo vaya a al trabajo y pase por ciertos sensores, tenga una repercusión en mi personaje virtual y encima me haga avanzar algunos niveles en el videojuego.
¿Cómo serán las futuras ARGs (Juegos de realidad alternativa) que ya mezclan la realidad y la ficción? ¿Y las televisiones? Éstas vendrán con estos sensores de fábrica. Adiós, a la guía de programación. En cuanto entre en el salón, los sensores ya sabrán lo que quiero ver en la televisión.
Sólo de pensar que gracias a estos sensores podremos interactuar con nuestro alrededor y, sobre todo, con los objetos que nos rodean, me hace sentir como si fuera una especie de mago. Es cierto, vamos a tener superpoderes, vamos a ser superhéroes. Pero como en todo cómic, todo superhéroe tiene su kriptonita. Y la de los futuros superhéroes, es decir, nosotros, va a ser la privacidad. Porque con los sensores, se obtendrá nueva información muy valiosa, además, de mostrar al mundo donde estamos y lo que estamos haciendo en cada momento. Y aunque dependa de nosotros que se nos detecte o no, al final acabaremos cediendo porque, tener poderes, mola ¿no?
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Reblogueó esto en Jorge Guillén García.