Hoy en día, la línea que separaba la realidad de la ficción se ha difuminado. Cuando antes era clara la frontera entre ambos mundos, las nuevas tecnologías, la re-invención de los formatos y la hiper-conectividad han facilitado que los relatos se vuelvan inmersivos, y que salten de un dispositivo a otro, manifestando diversas profundidades y matices según el usuario. Con historias que son accesibles 24/7 y ofrecen siempre algo nuevo para aquellos que las consumen, se genera una ilusión de realidad, un universo narrativo paralelo que existe y se solapa con el nuestro, al estilo Matrix. A nuestro universo conocido se le superponen capas y capas de universos enteros de sagas e historias, a los que accedemos por diferentes “rabbitholes” cuando queremos y como queremos.

Y ahora que se ha derribado esa barrera definitoria entre la realidad y la ficción, se ha creado un territorio brumoso en el que habita “lo inclasificable”. Es un espacio extraño y desconocido, lleno de criaturas híbridas, que mezclan elementos de ambos territorios, desafiando a lo que conocíamos hasta ahora.

Los seres humanos necesitamos clasificarlo todo. Especialmente, nos gusta diferenciar lo que es realidad y lo que es ficción, probablemente por algún vestigio de ese instinto de supervivencia que alguna vez gobernaba nuestras decisiones. Nos sentimos incómodos cuando no sabemos diferenciar qué pertenece a cada reino… pero a su vez, nos llama poderosamente la atención no saber diferenciar qué es real y qué no lo es. Es una sensación contradictoria, como cuando queremos saber cuál es el truco del mago para poder determinar si la magia existe o no, pero a la vez no queremos saberlo para conservar la ilusión. En esta premisa se basan las ARGs bajo el acrónimo TINAG (This is not a game) – todos los participantes hacen un pacto tácito para convertir en realidad algo que es claramente una ficción.

Y este territorio es increíblemente fértil hoy en día. En la experimentación y creación de nuevos lenguajes, elementos de ambos reinos van entrando y nutriendo este limbo, creando estos híbridos que van más allá de los formatos tal y como los conocemos. Pondré dos ejemplos recientes, uno de cada reino:

De la realidad hacia la ficción: Dumb Starbucks

Hace unas semanas apareció de la noche a la mañana un establecimiento llamado “Dumb Starbucks” en Los Feliz, California. Era un Starbucks, servían las mismas bebidas, la identidad visual corporativa era la misma, y los trabajadores vestían los mismos uniformes. Sin embargo, se llamaba Dumb Starbucks, y se podían adquirir Dumb Frapuccinos, Dumb Vanilla Lattes… ¿Qué estaba pasando? La noticia corrió como la pólvora en las redes sociales y la gente esperaba largas colas para comprar uno de sus cafés (que por lo visto estaban asquerosos). ¿Por qué? Porque durante días, algo tan cotidiano como un Starbucks se había convertido en un elemento de ficción. Del mismo modo que la cadena ha pasado a formar parte de mundos de ficción en algunas películas e incluso en el mítico (y mi amado) Monkey Island como StarBuccaneers, ahora un Dumb Starbucks en nuestra realidad parecía ser un referente a un universo distópico de ficción… ¿Pero de cuál? Se mantuvo el misterio de qué había detrás de este fenómeno durante días, se atribuyó el suceso falsamente a algún artista conceptual… Y finalmente se reveló que detrás de todo esto estaba el cómico Nathan Fielder y que todo era una estrategia para publicitar un nuevo show en Comedy Central. De cómo se valió de la Parody Act para salirse con la suya, se han escrito ríos de tinta. Pero lo interesante es cómo se mantuvo el misterio, y qué impacto y conversación generó el hecho de que nadie pudiera entender qué estaba pasando y cómo un Starbucks se había convertido en parte de un universo ficticio. Por unos días, nadie conocía el truco del mago y parecía que la magia existía.

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De la ficción a la realidad: Game of Thrones Rich List

En este caso se trata justo del viaje contrario, de cómo se toman elementos de una ficción y se traen a nuestra realidad más inmediata. En este caso, este un ejemplo de Juego de Tronos, que si has vivido en una cueva los últimos años y has perdido contacto con otros individuos de tu especie, deberás saber que se trata de una saga de libros de George R.R. Martin y una exitosa serie de televisión de HBO. El universo de Juego de Tronos es rico y detallado, y hace las delicias de los fans más exigentes. Freedom Finance ha tenido la feliz idea de traer Juego de Tronos a nuestra realidad. Y no hay nada más real que los bancos, las inversiones y los créditos. Han realizado un análisis exhaustivo de los personajes de la saga, y calculado sus riquezas según se referencian en los libros, estableciendo relaciones económicas por comparación entre familias de la ficción y elementos del mundo real. Es decir, han aplicado lo que hacen en su empresa en el mundo real al mundo de ficción, generando un ranking con datos de la realidad. Hibridando la ficción y la realidad, y atrayendo la atención de una gran comunidad (los seguidores de la saga se pueden contar por millones).

Lista de ricos de Poniente

No es casual que detrás de ambas iniciativas se encuentre una marca. Este territorio brumoso es increíblemente atractivo para los usuarios, y ofrece un campo de investigación cada día más interesante. No me atrevería a llamar a esto Branded Content (al final, uno es solo un establecimiento que ya ha cerrado y el otro solo un gráfico con el claro propósito de convertirse en viral), pero estos híbridos que desafían los formatos y a los que es difícil poner un nombre, desde luego sirven bien a su función específica de generar conversación. Marcas del mundo… ¿A qué estáis esperando? Está claro que cualquier experimentación que habite este territorio es un buen caldo de cultivo para generar una emoción en los usuarios.

Y en cuanto a nosotros, simples mortales… Nos auguro (y nos deseo) un futuro lleno de híbridos atractivos de este estilo, que nos sigan haciendo difícil diferenciar la realidad de la ficción. Esto se pone divertido.

Imágenes:  The difference engine, de Zach Stern // Westeros Rich List, www.freedomfinance.co.uk

@Belen_Santa