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Las cadenas de televisión y las productoras comenzaron a apostar por las redes sociales con dos claros objetivos: aumentar el engage de los usuarios y conseguir que los que no están viendo la televisión, lo hagan.

¿Qué se consigue con esto? Por un lado, generar conversaciones en relación al contenido que se emite y, por otro, que los espectadores se unan a la “retransversación” (palabra que podría definir la retransmisión del contenido a la vez que se entra en conversación con el programa y el resto de usuarios).

Y no es raro que las cadenas se hayan subido al tren, ya que según datos de la propia red social, 2 de cada 3 usuarios están en Twitter mientras ven la televisión. Además, -según el estudio “Un año de televisión social en España” realizado por Tuitele–  el 32% de todos los comentarios que se producen en Twitter en España durante el prime time, son de contenido relacionado con programas de televisión.

 La importancia de la escucha activa por parte de la cadena reside en observar la reacción y relación que tienen los telespectadores con el contenido que se emite. Pero… ¿se está haciendo realmente bien?

Observamos todos los días cómo las cadenas crean verdaderas guerras en Twitter para conseguir llevarse el TT de la noche y así ganarle la batalla a la competencia. Pero si además se consigue que la mayoría de trending topics sean de tu programa, se produce una saturación de información donde cualquier usuario que no esté viendo ese canal se encuentra irremediablemente perdido. Esto genera dos vertientes: por un lado, el cansancio del consumidor y, por otro, el encendido del televisor, o lo que es lo mismo, la oportunidad de conseguir un nuevo televidente que además es activo en redes sociales.

Las cadenas se lo han aprendido muy bien y cada una de ellas ha tomado su propio modelo para conseguir la mayor visibilidad en la red social de microblogging:

  • Modelo Antena 3: Crean un hashtag por programa y lo modifican cada capítulo para conseguir un mayor alcance. Comenzaron a utilizar esta práctica con la serie El Barco y donde cada noche de emisión podíamos ver #elbarco1, #elbarco2, etc. marcando los capítulos con un número.
  • Modelo Telecinco: Quizás sea el más invasivo, ya que optan por colapsar la parrilla de los TT. El ejemplo claro es Sálvame, que crea un hashtag por cada sección del programa, pudiendo llegar a encontrarnos varios de ellos entre los trending topics del momento.
  • Modelo laSexta o, mejor llamado, Modelo Salvados: Sin duda el programa dirigido por Jordi Évole es el que comenzó con esta práctica. Todos los domingos podemos ver que asoma el HT #Salvados, pero el que indudablemente se convierte en TT es el que titula el programa de esa semana: #ReiniciandoEuskadi u #OperaciónPalace, que tanto dio que hablar en Twitter hace unas semanas.

En el momento que conseguir el TT se convierte en un objetivo de prioridad uno, las cadenas comienzan a dar más importancia a la cantidad de su presencia en las redes que a la calidad de sus contenidos.

Cuando el comportamiento de los usuarios es tan finamente marcado, tan atada y buscada la reacción… me planteo si realmente no estamos cercando demasiado esa escucha. ¿Somos nosotros mismos los que nos estamos poniendo las trabas y no estamos dejando hablar al usuario? Al conseguir que salgan a la palestra los hashtags creados evitamos que surjan TT espontáneos que dan un valor real a la conversación de la red y sobre el producto.

¿Nos estamos pasando en la lucha por el ansiado TT?

Imagen de Esther Vargas en Flickr.

@brochela