Mucho se ha hablado sobre transmedia storytelling en este blog hasta la fecha, y a pesar de que últimamente hay una tendencia que se plantea qué está pasando con el concepto, la narración transmedia cada vez está más presente en nuestras vidas.
Las aplicaciones más evidentes del transmedia en el mundo del marketing y el entretenimiento son ya un clásico, pero cada vez se hacen más patentes los beneficios de la aplicación del transmedia al ámbito de la educación. Para muestra un botón: Mayus Chavez es la experta en el tema en Innovación Audiovisual y ha dejado constancia de ellos en múltiples entradas en este blog.
Hoy me gustaría proponer un modelo de análisis y aplicación de este tipo de narrativas a este campo, desarrollado junto a Robert Pratten. En él, partimos de entender cómo se estructuran las diferentes dimensiones del aprendizaje y encontrar oportunidades en las que la narración transmedia pueda aplicarse sacando el máximo partido de sus plataformas, con el objetivo de generar un entorno narrativo que genera más atracción en el estudiante y una mayor retención y compresión de los conceptos a aprender.
Diferentes dimensiones del aprendizaje
Uno de los grandes ejes vertebradores es el que separa el aprendizaje formal del informal. Jay Cross, autor de Informal Learning: Rediscovering the Natural, afirma que “el aprendizaje formal es como conducir un autobús, avanza, empieza y se para cuando y donde otra persona decide (el conductor del autobús o el comité de transporte urbano) – mientras que el aprendizaje informal es como llevar una bicicleta, tú eliges el tiempo, la ruta y el destino.”
Además de este eje, podemos encontrar otro, el aprendizaje intencional o inesperado. El aprendizaje intencional es el que tomamos de manera elegida, normalmente con objetivos específicos. Cuando estamos abiertos a aprender no solo de esos objetivos, sino de cualquier cosa que ocurra, el aprendizaje (inesperado) puede tener incluso un mayor impacto.
Partiendo de estos dos ejes, se construye una realidad con cuatro dimensiones, que tiene en cuenta quién establece los objetivos educativos (formal / informal) y cuál es el foco sobre los objetivos educativos (intencional / inesperado). En cada campo se ilustran diferentes ejemplos de cada intersección.
Transmedia: lo mejor de cada medio
De esta manera se ilustra un panorama mucho más rico y realista que la típica imagen del estudiante hincando los codos sobre los libros. Esta nueva realidad es en sí misma multiplataforma y se presta a que el aprendizaje tenga lugar de manera ubicua y en varios medios.
El hecho de que el storytelling (no transmedia) es una excelente herramienta educativa no es nuevo. Las historias generan vínculos emocionales que permiten la retención, del mismo modo que representan un mundo en el que se simplifican los temas complejos para favorecer su accesibilidad y significado. Tan ancestral es el arte de contar historias que, según Margaret Parkin en Tales for Trainers, incluso en antiguas tribus la elección de un líder se basaba en sus dotes como storyteller.
Sin embargo, en este nuevo horizonte de diversos canales, la narración transmedia se mueve como pez en el agua. Hemos escogido los que creemos que son los mejores medios según la dimensión que se esté transitando, siempre teniendo en cuenta que la educación de hoy en día no suele pertenecer a un solo compartimento estanco.
Todo lo que pertenece al área de la educación formal siempre ha sido tradicionalmente soportada por materiales educativos referentes a los objetivos de aprendizaje, elaborados de la manera más didáctica y objetiva posible. En el polo contrario, el del aprendizaje informal, es en el que encontramos más espacio para la narración y los elementos intra-narrativos, que nos permiten jugar desde ‘dentro’ del universo: webs ficticias, documentos de personajes, etc.
Si prestamos atención al otro eje, también se presentan de manera clara las oportunidades. En el ámbito del aprendizaje intencionado, todo lo que son mensajes directos al estudiante generan un mayor efecto: emails, llamadas, SMS… cualquier medio que favorezca una comunicación personalizada. Mientras que en la dimensión más fortuita del aprendizaje el campo más fructífero es el de las redes sociales, comunidades abiertas donde el estudiante se mueve libremente y al aprendizaje no se busca, pero se encuentra.
Personajes: un paso más en la construcción
Una vez analizados los canales, intentamos encontrar una lógica a la hora de plantear qué tipo de historias son más orgánicas con el campo educativo en el que se encuentran. Para ello recurrimos a diferentes categorizaciones de arquetipos de personajes (Vogler entre otras) y nos quedamos con los que creemos que son los personajes tipo que pueden vertebrar una narrativa coherente para cada área.
El experto, aquel que conoce los conceptos y temas que se establecen como objetivos educativos, sería el personaje predominante en el sector Formal / Intencionado. Digamos que es un reflejo en la historia del profesor o de aquel que guía el aprendizaje, es alguien que sabe lo que está haciendo y lo trasmite a los estudiantes de una manera objetiva. Aunque esto no significa que no le sucedan cosas en la historia o no pueda ser un personaje cómico.
El mentor, aunque conoce los conceptos, no los transmite de una manera tan objetiva y categórica como el experto. Con el mentor se genera más bien un vínculo emocional, es el personaje que nos indica el camino y nos da el valor para tomarlo, pero entiende que es el estudiante el que tiene que aprender y labrar su camino. Por esto, tiene sentido en el campo Informal /Intencionado.
El secuaz es más bien un acompañante para el estudiante, un compinche de aventuras. Está en el campo de lo Formal ya que sabe el camino que sigue la historia (y el aprendizaje), pero este personaje se adelante y sufre las consecuencias de sus decisiones, lo que a ojos del estudiante se transforma en un aprendizaje Inesperado en el que se ve reflejado.
El embaucador tiene muchas caras, suele ser un personaje tramposo que desafía las normas establecidas y a la autoridad, generando el caos, pero del mismo modo, proponiendo soluciones alternativas a los peligros. Metidos en el campo Informal / Inesperado son los personajes que habitan en mundos abiertos, que han de ser explorados por el estudiante para encontrarlos, y que encierran un aprendizaje al que solo se accede mediante la interacción directa con ellos.
Lo propuesto aquí es un modelo híbrido que nos sirve de guía a la hora de plantear el desarrollo de una narración en el ámbito de educación. Lo usamos como punto de partida que necesariamente se ha de adaptar a la realidad del ámbito educativo, los objetivos y los estudiantes. Espero que os sea de utilidad para plantear vuestras historias en este contexto. Lo que me resulta más interesante es que cuanto más se profundiza en el modelo, más analogías y sinergias se encuentran entre la educación y la narración multi-plataforma, lo que nos confirma que nos queda transmedia para rato.
Imagen: Stefans02
Tablas: Belén Santa-Olalla y Robert Pratten
@belen_santa
Por qué la narrativa transmedia viola las garantías individuales , y nadie hace nada , al contrario parecen muy de acuerdo ..
No existe otra manera de hacerla sin faltarle al respeto a la gente violando sus derechos humanos?