La información es el poder. Desde que el siglo pasado despegáramos en la era de la información venimos siendo testigos de la rápida evolución de la tecnología y con ella del intercambio de flujo de información. Gracias a los avances tecnológicos la información cuenta hoy en día con la plataforma de internet como el mayor de los exponentes. La idea romántica de ser capaces de difundir la información a todos los públicos esta materializándose y no todo es tan idílico como en su día se pensó. Navegar por internet y estar rodeados de tanta información ha derivado en una generación bulímica que engulle datos sin discriminar. Cada día ingerimos cantidades insospechadas de información. De dónde nutrirnos dependerá de cómo emplea los medios cada cuál.
El monopolio ya no es de la prensa escrita, la radio o la televisión como lo fue hace más de medio siglo. Hoy casi todo el mundo que disponga de los medios para estar conectado, puede participar como consumidor o como productor de contenidos. Pero la abrumadora y creciente cantidad de datos que cada día nos llegan son cada día más difícil de manejar. Para ello van desarrollándose nuevos algoritmos que nos ayudan a centrar el foco en nuestros gustos y preferencias.
Rodeados a diario por pantallas, es muy difícil poder eludir la entrada de información desde nuestro canal visual. Ya dimos el paso de empezar siendo espectadores pasivos con la televisión, radio o prensa y pasamos a ser participantes activos tecleando en las pantallas y devolviendo información a la red. El flujo de información es de ida y vuelta, lo que supone un intercambio que puede ir marcando el devenir de la tecnología. Internet cada día que pasa y navegamos en su red, nos conoce mejor.
Esto ocurre hasta el punto en que algunas empresas han creado aplicaciones a modo de asesores personales. Cortana es el nombre que se dio al asistente personal de funciona en unos móviles, Siri al de otros o Google Now también quiere ser una opción. Con algunas diferencias entre ellos, llegan para ser nuestra primera prueba de cómo el hombre intenta hablar con la inteligencia artificial a titulo personal, desde nuestro móvil. Estos sistemas se basan en la recopilación de información sobre el usuario como para poder llegar a desarrollar los mejores algoritmos que a la persona le van a servir. Las búsquedas son más precisas y nos van recomendando lo que otros usuarios como tú han encontrado interesante.
La interconectividad hace que queramos cada vez más enlazar unas redes con otras de modo que al tiempo que nos van facilitando la vida también van conociendo mejor nuestras preferencias. Quizá un día puedan adelantarse a nuestras necesidades y se conviertan todas las redes en nuestra guía para poder acordarnos de los cumpleaños de nuestros contactos y hasta de saber que ya nos tiene que venir el periodo. La nanotecnología se podrá encargar de recopilar los datos de nuestras constantes vitales diarias como para saber si necesitamos un aporte vitamínico antes de que se presenten los signos corporales de esta carencia. Todas ellas llegan a ser herramientas muy útiles y al mismo tiempo nos pueden hacer pensar hasta qué punto queremos que sepan las tecnologías todo sobre nosotros a través de sus aplicaciones.
Inevitablemente nos encaminamos hacia una nueva época en la que las nuevas tecnologías pasen a sustituir muchas funciones liberándonos de tener que acordarnos de todo y poder llevar un seguimiento más previsible del que tenemos hoy.
Ya existen los vehículos autónomos que circulan solos, que frenan cuando detectan un peatón cruzando la calle, las aplicaciones que podrán saber si la nevera está vacía y tenemos que hacer la compra o que automáticamente la hagan los dones que nos traen la compra a casa. Una vez que todo esté interconectado, la vida será más fácil y nuestras capacidades girarán en torno a la creación constante de nuevas herramientas que sin duda nos harán estar más conectados a través de la información.
Imagino que tendremos cada día nuevas facilidades para vivir más años y estar mas sanos pero no debemos de olvidar preservar nuestras habilidades para seguir disfrutando de experiencias en la naturaleza y con otras culturas para saber que seguimos siendo humanos.
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