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Los videojuegos van ganando peso a pasos agigantados, y ya no únicamente en el mundo del entretenimiento, sino también el mundo de la educación, del marketing, de la empresa… Pero mientras el negocio de los juegos crece, las consolas de videojuegos pueden estar al borde de su desaparición.

Cada vez es más difícil justificar la compra de una consola

Hace unas décadas un gamer (o el padre y la madre del gamer) hacía un desembolso importante en una consola con la seguridad de que ese aparato le garantizaba estar “tecnológicamente actualizado” entre cinco y siete años. Pero los avances tecnológicos y la reducción de costes de la tecnología se han multiplicado. Duele gastarse 500€ en una consola el día de lanzamiento sabiendo que dentro de dos años el Samsung Galaxy de turno tendrá la misma potencia que tu sistema de juegos.

Un ejemplo de esto lo encontramos con la Playstation 4, lanzada en 2013. Tres años más tarde Sony ha lanzado una nueva versión de esta consola con una actualización de hardware para hacerla más potente, la Playstation 4 Pro. Si nos remontamos a la veterana Playstation 2, esta estuvo a la venta durante 13 años sin ningún tipo de actualización de hardware (sí cambió de tamaño, pero su potencia era la misma).

Pero mientras unos juegos cada vez exigen unas especificaciones técnicas cada vez más exigentes, con otros juegos ocurre el caso contrario: los juegos indie. Los juegos independientes están ganando mucho peso en las estrategias de la industria del videojuego. Incluso los grandes sellos como EA están creando estudios para dedicarse en exclusiva a este tipo de videojuegos, unos videojuegos que por norma general no requieren de un hardware muy potente para funcionar.

Titan Souls (2015)

Titan Souls (2015)

Ante este panorama cada vez se hace más difícil justificar la compra de una consola de videojuegos. No solo la tecnología se queda desfasada rápidamente, sino que ni siquiera todos los juegos van a aprovechar al máximo esa tecnología, y dentro de unos años esto va a ser insostenible.

La netxflixación del videojuego

 

Ya en el año 2009 nació la plataforma OnLive, una especie de “Netflix” de videojuegos. Estos juegos en realidad no se ejecutaban en una consola de tu casa, sino que lo hacían a miles de kilómetros de distancia, en los servidores de la compañía. Como si fuera un YouTube interactivo, tu enviabas por la red de redes las instrucciones de tu gamepad, e inmediatamente recibías las imágenes del juego vía streaming.on-live-consolas-van-a-desaparecer

Esto supuso una revolución principalmente por un motivo: se acabó cambiar de consola para siempre. Cuando desarrollaran juegos más exigentes que requieran una tecnología más potente, sería la propia compañía la que actualizaría su hardware, no tú. ¡Tú solo recibías imágenes! Te daba igual estar jugando al ComeCocos que al último Call of Duty con gráficos de última generación.

Sin embargo, OnLive no terminó de despegar. La velocidad de Internet de 2009 no era la de la actualidad, pero efectivamente es ahora cuando esta tecnología puede resugir. Esa es la intención, por ejemplo, de Playstation Now (que, por cierto, compró OnLive en 2013), el servicio de juegos en la nube de Sony.

Las consolas serán sustituidas por Apps

Así de sencillo. Como dice Genís Roca, “todo producto acabará evolucionando a servicio”, y los videojuegos no serán la excepción. Tú te descargarás la App de Playstation o la App de Xbox, pagarás religiosamente una suscripción que te dará acceso al catálogo completo o a parte de ese catálogo, y podrás jugar donde tú quieras: una Smart TV, un teléfono, una Tablet, tu ordenador… gracias a la nube el hardware nunca más será tu preocupación. Tener una buena conexión a Internet… eso quizá sí.

@manganxet
@jaimegrauf

Imagen: jugonatural