Vuelve la encrucijada: ¿VTC o taxi? ¿Hotel o casa de alquiler? ¿Patinete eléctrico? ¿Ser o no ser? ¿Has escuchado a «la Rosalía»? ¡Ay de mí! Si Shakespeare levantase cabeza, Romeo y Julieta le parecería una comedia al lado de estos dramas del primer mundo.

Lo cierto es que aquí otro capítulo de una “guerra” de poderes por lo que viene y lo que fue. Hace unos días, uno de mis “divulgadores” preferidos, Enrique Dans, hablaba en este post una idea que repite y repite en muchos textos:

Regulación / Legislación + Tecnologías

Entonces viene el bucle:

  1. Surge un nuevo modelo de negocio por el avance de la tecnología → ALEGALIDAD
  2. Nace, emerge y coexiste con los modelos paralelos del sector
  3. Los competidores sienten el intrusismo. Empiezan a saltar las alarmas.
  4. Se abre la guerra de lobbies/grupos de presión
  5. Los medios de comunicación lo publican (mucho)
  6. Intervienen los políticos en busca de una solución…(y aquí ya es cuando se pierde el juicio y se legisla según sople el viento)

¿Cómo prosigue esta historia? Depende de las armas que se usen en la guerra, de cuánto afecte a la opinión pública, de las amenazas que presenten y, en definitiva de la presión.  Nunca acaba con una solución lógica en la que se cuente con todos los agentes del mercado, una autorregulación, una cohesión… si no con la prohibición o un par de decretos leyes con “pan para hoy y hambre para mañana”.

¿Cortoplacismo? Dos raciones. Para todo menos para el medio ambiente 😉 (eso mejor en 2040)

¿Acabará esta historia? Es un bucle. NO acabará nunca. Mañana surgirán nuevos modelos de negocio. Welcome tecnologies.

Un buen paralelismo ocurre con la educación como explica en este vídeo José Antonio Marina, sobre la ley universal del aprendizaje: “Toda persona, toda institución, toda sociedad para sobrevivir necesita aprender al menos a la misma velocidad a la que cambia el entorno. Y si quiere progresar, tiene que aprender a más velocidad”

Si cambiamos el verbo aprender por el verbo regularizar, damos con la ley universal del uso de tecnologías.

Como dice Kike Sarasola en este artículo¿Por qué somos tan lentos en darnos cuenta de los cambios? Esa lentitud es lo que genera un gran malestar entre un lado y otro, tensiones innecesarias”

Y es que el alquiler de vivienda vacacional, la movilidad urbana o el mercado secundario de entradas, entre muchos otros, son ejemplo de cómo se está regularizando.

El problema de regularizar los nuevos modelos de negocio generados por las tecnologías es, precisamente eso, que son nuevos. En contraposición de ello, aparecen los viejos modelos que, habitualmente, buscan la supervivencia en vez de buscar la mejora. Ahí es cuando los lobbies (que antes los estudiábamos en España como cosa de americanos) comienzan a hacer presión por donde quiera que sea. Sin ir más lejos, otro ejemplo, que todavía está sin terminar es el sector del mercado secundario de ticketing, intermediación de ticketing, o como popular y despectivamente se conoce: la reventa de entradas.

Este modelo de negocio se imagina con seres mitológicos que venden entradas en la puerta de un recinto a hurtadillas pero, lejos de esa antigua y desdeñada imagen, está la actual realidad: un mercado donde cualquiera puede comprar y vender entradas con todo tipo de tecnologías. Un mercado que permite volver a poner en circulación las entradas y que da libertad al consumidor. De hecho, como afirma este estudio que se hizo en Cataluña, el 63,6% de los usuarios buscan la libertad de “utilizarla, darla o revenderla”. Sin embargo, el sector del mercado secundario en España, lejos de avanzar, sufre la denostada opinión pública de un par de empresas que tienen mala praxis y ensucian el sector. Y a partir de aquí, todo el campo es orégano.

Si tomáramos ejemplo de EEUU veríamos que su regulación que tiene #10yearschallenge ha conseguido que el mercado primario y secundario sean indiferentes de cara al consumidor y compre entradas donde mejor precio y ubicación encuentra. El hecho de legislar de forma natural el mercado ha dado fruto. La ley de oferta y demanda ha autorregulado los precios de las entradas y esto genera que los usuarios compren y vendan entradas según sus necesidades sin miedos ni perjuicios.

Así nos gustaría ver que se legisla en España ¿verdad? De forma rápida, eficiente y poniendo la voz del consumidor en el centro. En el VTC, en el alquiler vacacional, en la reventa de entradas y en la larga lista de modelos de negocio vinculados a la tecnología que irán surgiendo…