Recién estrenado el año 2018, tras un 2017 lleno de sorpresas radiofónicas (fichajes, ceses, cierres, aperturas…) a punto de celebrar un año más el Día Mundial de la Radio (13 de Febrero) y, en España, con un interés nulo por parte de instituciones y grandes empresas por potenciar la migración digital, volvemos a la pregunta recurrente que algunos nos hacemos todos los días…

¿Hacia dónde va la radio?

Si miramos hacia afuera, la radio va en muchas direcciones, todas ellas apoyadas en las nuevas tecnologías, en las posibilidades de las multiplataformas, en su simbiosis con el podcast y en la hibridación de medios sonoros y visuales con internet como terreno de juego.

Si damos la vuelta y cerramos la ventana (algo que por cierto hace España en otros muchos ámbitos) lo que vemos es una habitación algo desordenada, con muebles no muy cuidados y algo desvencijados.

La radio sigue sin apostar con firmeza por los contenidos para público infantil y juvenil, la ficción sigue relegándose a especiales en fechas señaladas y las nuevas voces se ven eclipsadas por las de toda la vida de modo y manera que es difícil capturar a nuevas audiencias.

Se vio claro en el último Estudio General de Medios de 2017, en el que la radio sigue perdiendo oyentes y su penetración en la población baja ya del 60%.

Ah, y un dato revelador que tiene más de una lectura. El streaming supera a la onda media en la escucha de radio. Interesante. ¡Aún existen oyentes de Onda Media!

Que levante la mano quien haya escuchado una emisora en Onda Media en la última semana.

Con esto quiero decir que las métricas no son nada fiables.

Ya lo indicaba Raúl Domingo en un interesante post en innovacionaudiovisual.com el pasado 5 de diciembre (https://innovacionaudiovisual.com/2017/12/05/medicion-de-audiencias-y-nuevas-tecnologias/)

Y muy probablemente estas métricas y controles de audiencia no sean fiables porque, del mismo modo que el diccionario de la RAE avanza varios pasos por detrás del idioma y se actualiza de Pascuas a Ramos, en la medición de audiencias no se tienen en cuenta las nuevas (y no tan nuevas) formas de escucha como los altavoces inteligentes, las plataformas de streaming, el audio a la carta o el podcast.

Ah, el podcast… Según muchos, entre los que me incluyo, ya lo fueron 2015, 2016, 2017… ¿Será también 2018 el año del podcast?

Lo que sí que es seguro es que el 2018 será en España otro año de retraso en la implantación de la Radio Digital, del mismo modo que también será otro año perdido para la recuperación de la audiencia comprometida y sobre todo de la suma de nuevos oyentes en las franjas de edad más joven (por debajo de los 18 años).

¿Qué tal si nos ponemos manos a la obra, buscamos algo de savia nueva y se apuesta un poco en formatos y géneros que sean del gusto de los jóvenes?

¿Qué tal si miramos un poco más por la ventana, observamos a nuestros vecinos e imitamos sus movimientos para capturar nuevas audiencias como hacen en Reino Unido, Alemania, Estados Unidos…?

¿Qué tal si dejamos un poco de lado la “radio televisada” y apostamos más por el uso de la imaginación del oyente?

¿Qué tal si investigamos y experimentamos más en la radio multimedia y bajo demanda en internet, que es por donde pasan diariamente millones de jóvenes oyentes?

¿Qué tal si hacemos radio del siglo XXI?