¡Ya estamos de vuelta!

En Innovación Audiovisual hemos estado unos meses poniendo la casa patas arriba, nos hemos vuelto a redefinir, hemos estado buscando nuestro foco y hemos estado buscándonos a nosotros mismos. Durante este periodo, he estado leyendo un montón de post, algunos muy útiles y otros no tanto. Dentro de esta cantidad de post había algunos que seguían una línea que me parecía preocupante porque toca de lleno en lo que es Innovación Audiovisual y que se pueden resumir en esta pregunta: ¿Innovar para seguir haciendo lo mismo?

Está claro que hay muchas líneas de negocio donde la innovación representa un ahorro en tiempo y dinero sustancial, una mejora en los productos y en los propios procesos de producción. Pero aquí quiero hablar de marketing y de comunicación enfocados a la publicidad.

Uno de estos post que leía esta misma semana lo firmaba Javier G. Recuenco y se titulaba “Procter & Gamble o el arte de dopar caballos”(link), os recomiendo su lectura y lo que decía en resumidas cuentas es cómo los anunciantes buscan soluciones para llevar sus mensajes publicitarios invocando a la innovación pero contando con las mismas personas que les han metido en este embrollo, es decir, agencias y los grandes proveedores de herramientas tecnológicas, y sobro todo, haciendo lo mismo, es decir, interrumpiendo y molestando a los usuarios con sus mensajes.

Los usuarios cada vez buscan más sus espacios de privacidad, buscan más sus territorios donde más cómodos se sienten para comunicarse con los demás, para disfrutar de sus contenidos favoritos, para experimentar, y cada vez rechazan más el intrusismo, en que se metan en su territorio sin haber pedido permiso y sobre todo, con mensajes que ni siquiera les interesan. Y sí, las marcas cada vez desarrollan estrategias más innovadoras, cada vez tienen herramientas más tecnológicas y más chulas, pero siguen sin gastar el tiempo suficiente en conocer a su público, quieren seguir siendo el centro y que todo gire a su alrededor pero esto ya no es así, precisamente esta tecnología le ha dado el poder al usuario.

En un mundo digitalizado, hiperconectado, desde donde cualquiera puede acceder a cualquier contenido, puede conectarse o comunicarse con quien quiera, un mundo infinito dentro de un universo infinito, paradójicamente es muy difícil que alguien contacte con alguien si no le conoce a no ser qué le ofrezcas algo que le interese. En un mundo con un exceso masivo de contenidos, es lógico que las marcas tengan que llamar la atención y hacerse notorias a través, por ejemplo, de un contenido distribuido a grandes masas, utilizando técnicas de marketing tradicional, utilizando los grandes canales de masas como la televisión que a corto plazo puede dar a conocer algo desconocido, o utilizando medios digitales de gran consumo con mensajes interruptivos para simplemente anunciar que están ahí y que tienen algo que ofrecernos. Hasta ahí bien, lo entiendo y creo que esto va a ser difícil de cambiar. Pero cuando has logrado la atención de la gente para luego ofrecerles lo mismo estamos cayendo de nuevo en el mismo error que ha hecho que la gente rechace la publicidad, por lo menos esa publicidad casposa que no te aporta nada. Debemos de cambiar la manera de conectar con nuestro público.

Admiro mucho ese esfuerzo que están haciendo muchas compañías anunciantes para conectar con los usuarios con mucha innovación, con cosas que realmente la gente puede llegar a apreciar, con herramientas que te ofrecen estos anunciantes para hacerte la vida más fácil, en general, con innovación pensada para el usuario primero y no para la marca primero. Pero, en la mayoría de los casos no ocurre esto, te visten las propuestas de tal manera que te puedan atraer pero cuando te interesas por ellas ves que es más de lo mismo, que te la han vuelto a colar y esto está creando un movimiento muy excéptico que ya no confía ni en nada ni en nadie.

Hace poco, leí otro post titulado “En el futuro las marcas (innovadoras) no serán empresas, serán movimientos”(link)  donde  Dirk Alborn, consejero delegado de una compañía dedicada al transporte de pasajeros y mercancías en tubos al vacío de alta velocidad, afirmaba que ellos no están construyendo una empresa sino que están creando un movimiento en el que todo gira en torno a la pasión de las personas, y para llegar a esto tenemos que conocer muy bien a las personas. Y aquí es donde vuelvo a llegar, antes de innovar, antes de crear una estrategia para llegar a nuestro target, antes de nada, debemos de conocer a la gente a la que queremos dirigirnos ofreciéndoles cosas nuevas, que realmente les interese y no invertir ingentes cantidades de innovación, creatividad, tiempo y dinero para darles lo mismo de la misma manera. Aquí va a tener un papel muy relevante el Big Data. Saber interpretarlo, gastarse el dinero en él, esto, va a ser lo que va a marcar desde un principio cualquier forma de marketing o de comunicación.

 

¡Feliz semana a todos!

@jaimelopezamor

@WeLoveBrandedC