El año pasado ya inauguré mi aportación a este blog colaborativo con ‘Black Mirror’, y este 2019 no he podido resistir la tentación de referirme al ya citadísimo nuevo episodio y/o experiencia que ofrece la plataforma Netflix. ‘Bandersnatch’, al que mi compañera de este blog Eva Patricia Fernández citaba hace unos días, forma parte del universo blackmirrorniano pero no aparece en el listado de la serie como un episodio de una nueva temporada sino como un elemento independiente. Se lo ha ganado.

Escribo este post con la esperanza de establecer una conversación con quienes hayan visto o vayan a ver la experiencia. Y planteo seis cuestiones que me parecen relevantes.

Pero… lo primero: buenos días. Hagamos la tarea, porque es complicado conversar sobre un experimento como este si no se ha visto. Los fans de la innovación narrativa ya deben haber discutido sobre el episodio. Brevemente, para los no iniciados en la comidilla de estas últimas semanas, invito a vivir la experiencia (muy disfrutable) y resumo: se trata de una película interactiva que emula la tendencia literaria conocida como ‘elige tu aventura’. El espectador asiste a la emisión con el control remoto en la mano, preparado para elegir, en momentos clave, entre dos opciones narrativas. Desde decidirse por una marca de cereales que el protagonista puede desayunar, hasta un ‘sí’ o ‘no’ definitorios de su futuro laboral. Son las elecciones de cada espectador, devenido en un dios, las que construyen las tramas, que al parecer son miles, a decir de aquellos que han navegado por el complicado mapa de opciones.

Quisiera invitar a reflexionar y compartir algunas cuestiones que surgen con esta aparición de un objeto tan deseado en términos narrativos, que da un gran salto adelante, eso es cierto, pero nos plantea si es posible llevar a cabo hasta el límite ese deseo de convertirnos en creadores/espectadores.

¿Es esto un episodio o una película de largo metraje?

Empezamos por la cuestión más baladí en apariencia, pero que afecta a la denominación del producto y a su inclusión en una categoría audiovisual. Esto es interesante porque rompe completamente la temporalidad de lectura del relato. La película no dura un tiempo determinado, sino que oscila en dependencia del momento en el que el espectador se da por satisfecho y de ahí que sea inclasificable en términos de largo-corto. No contamos con los abandonos, por supuesto, sino con aquellos visionados que hayan llegado a uno de los finales plausibles.

¿De verdad que yo soy el artífice del relato?

En este caso, la conversación de café ha versado sobre el número de finales vistos, el orden, e incluso hay quien ha sacado pecho por haber elegido las opciones más audaces, gamberras o catastróficas. La posibilidad de ver una película ‘distinta’ y por lo tanto de distinguirte, valga la redundancia, con ello, hace también que quieras ver las otras posibilidades, no vaya a ser que un colega te haya ganado en astucia y haya visto una película maravillosamente distinta.

La responsabilidad de la calidad narrativa se nos transfiere. Sin duda alguna, hay una reacción compartida: ‘pues la versión que yo vi era buenísima’, dicen todos los pseudoautores defendiendo su obra. Habiendo sido artífice de la narración, cómo no colocarte los laureles de la gloria. Han logrado que me crea que la versión es mía y no de Netflix. Y esta es, en mi opinión, su mayor virtud.

¿Hay realmente tantas opciones?

Técnicamente hay miles de combinaciones posibles, pero en la realidad hay 5 finales, y vive el cielo que sin un buen final no hacemos nada. El resto, son idas a lugares incorrectos y sus vueltas con resumen de previously para centrarte en el nuevo hilo dramático. No pasa nada. El viaje es entretenido y cada recorrido tiene su miga, incluso si no das con la secuencia escondida. Pero el gran hermano que decide en realidad hacia dónde nos dirigimos no puede descansar. Hay un autor/diseñador que dicta el género, los personajes, las acciones, las elecciones y que nos crea la falsa idea de la libertad de elección.

¿Se puede hacer buena narrativa con estos mimbres?

El quid de la cuestión. Tengo la duda de si este tipo de narrativa admite todos los géneros, para empezar. El misterio, el thriller, la investigación, parecen ser los únicos caminos adecuados a seguir dada la necesidad de plantear continuas elecciones. Además, sería complicado sostener una trama coral, con complejidad de personajes. El planteamiento (exitoso) de este ejemplo obliga necesariamente a vivir la experiencia implicados en las decisiones de un único protagonista omnipresente, nuestro alter ego, pues de otro modo, se desataría el caos.

¿Cómo se ve afectada la producción?

Este es otro tema que convierte a ‘Bandersnatch’ en un modelo difícilmente imitable. Se trata de una experiencia innovadora, atractiva, que ha causado mucho ruido debido a su narrativa rompedora, pero amigos, si alguien cae en la tentación de emular esta producción se encontrará con varios problemas que al final se traducen en un encarecimiento muy significativo del producto. Algo que no todos pueden soportar. El guion debe tener, por fuerza, muchas más páginas de lo habitual para abarcar el desarrollo de las diferentes opciones. Más tiempo de elaboración y necesariamente un grupo de cerebros colaborativos. Todas esas páginas de guion deben por tanto ser rodadas y postproducidas frame a frame. Para más inri, las postproducción se complica con la elaboración de las secuencias resumen que resitúan al espectador cuando realiza una vuelta atrás para viajar por otra línea narrativa (afortunadamente no hay que ver cada segundo, desde el inicio). Y a todo ello se suma el desarrollo tecnológico que sustenta la interactividad.

¿Cuánto más sabe ahora Netflix de nosotros?

Nadie dudará a estas alturas que cada uno de los visionados con sus vueltas atrás, reincidencias, revisiones, ha sido estadísticamente computado y sí, creámoslo o no, dice algo de cada uno de nosotros. Esos datos recopilados a través de nuestras opciones pueden ser una clave importante para conocernos como consumidores en un nivel muy profundo.

Si a pesar de todo esto, alguien quiere lanzarse a hacer su propio ‘Bandersnatch’ aquí encontrará una estupenda guía.

Foto: ©NETFLIX

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