Hacer Branded Content en 2018 es un oficio apasionante donde las Artes y las Ciencias se dan la mano, donde Tecnología y Humanismo cooperan, haciendo de la comunicación algo relevante para quien la recibe. Por eso, las marcas invierten recursos en crear contenidos relevantes para sus públicos, con tres objetivos:

  • Que consigan atraer su atención.
  • La nutran con historias de su interés.
  • Y sean eficaces trasladando los mensajes que la marca considera acordes a su estrategia de negocio.

Fruto del convenio de colaboración entre UNIR y la Asociación Innovación Audiovisual presentamos ‘Branded Content Talks’, un ciclo compuesto por cuatro diálogos que se celebrarán los meses de febrero y marzo de 2018.

Cada jornada se compone de una conversación de 45 minutos entre dos profesionales con experiencia en la materia, que podrá seguirse en directo vía streaming, o en vivo en la sede madrileña de Proeduca (C/Almansa, 101). Ya podéis inscribiros aquí.

Programa y ponentes.

El ciclo se abrirá el jueves 1 de febrero a las 19:00 (hora local de Madrid) con el título: ‘¿Por qué el Branded Content? ¿Es fruto de la evolución publicitaria o hay algo más de fondo?’. El encargado de desarrollarlo es Jaime López-Amor, miembro de Innovación Audiovisual, y productor ejecutivo en DIP 360. Jaime ha tenido la genial idea de concebir el evento como el diálogo entre tres generaciones de espectadores: su madre, su hija y él.

El segundo diálogo se celebrará el jueves 15 de febrero a las 19:00 (hora local de Madrid) y será protagonizado por dos socios de Innovación Audiovisual, Berni Melero y Elena Neira quienes conversarán sobre “Branded content multiplataforma: el juego de los contenidos líquidos”. Elena y Berni profundizarán sobre las oportunidades que se abren cuando el contenido se concibe para viajar de pantalla en pantalla, enriqueciendo la experiencia de las audiencias.

Dos semanas después será el turno de otros dos socios del colectivo Innovación Audiovisual, Montecarlo y Daniel Resnich, narradores empedernidos de marcada pasión docente, quienes el jueves 1 de marzo (18:00, hora de Madrid) nos brindarán sus mieles en “Back to the future: las marcas que harán historia”. Daniel y Montecarlo nos proponen dialogar sobre el futuro que se perfila en el ámbito del Branded content.

El jueves 8 de marzo (19:00, hora Madrid) será la conclusión del ciclo de la mano de un provocador, Pedro Serrahima, quien durante ocho años vivió la experiencia de dirigir el crecimiento de Pepephone, compitiendo con gigantes como Movistar, Vodafone y Orange, sin apenas invertir en publicidad. Tendré la fortuna de dialogar con Pedro sobre  “qué ocurre cuando el branded content es la experiencia que la marca hace vivir a sus clientes”.

Nuestro reto, y la apuesta conjunta que hemos decidido poner en marcha junto a UNIR es que, además de ofrecer un ciclo formativo, convirtamos el ciclo en un Branded Content en sí mismo. Para la consecución de este objetivo se ha unido al proyecto Javier Jáuregui, otro de los miembros de la asociación, con el fin de dotar de contenido audiovisual a cada uno de los diálogos.

Creación colaborativa.

Este ciclo también tiene el valor de ser un experimento de trabajo colaborativo entre varios miembros de Innovación Audiovisual que hemos querido contribuir en la organización del mismo. Somos diez personas entre coordinadores, ponentes y realizadores de las piezas audiovisuales que resumirán las jornadas.

Desde que comenzamos a trabajar en este proyecto, a mediados de diciembre, me propuse observar “microclaves” que hacen más productivo el trabajo en colaboración con otros. Comparto con vosotros un decálogo de las enseñanzas que me estoy llevando.

1) Todo es más eficiente, y se disfruta más, si acordamos claramente, al inicio, el propósito de lo que estamos haciendo: por qué, para qué y a quién nos dirigimos. Con ese trabajo hecho, encontrar el qué y el cómo es sencillo, y pivotar también. Merece la pena dedicar tiempo en los inicios a acordar un propósito que todos los integrantes del equipo hagan suyo.

2) Los miembros del equipo han de compartir una afinidad, algo que les pone en relación, y no tiene porqué ser la amistad. Una afición, una pasión común, compartir una visión sobre el oficio …

3) Ser precisos y certeros en la comunicación entre los miembros del equipo. Trabajar en una red deslocalizada, con pocas ocasiones de contacto orgánico, implica que los encuentros sincrónicos son escasos. Más del 90% de la comunicación entre nosotros es asincrónica, son mensajes que se dejan en un lugar para que los otros lo reciban en su momento e interactúen, cada uno en sus ritmos, por lo que no hay oportunidades de interacciones rápidas o matices y aclaraciones sobre la marcha. Esto requiere que los mensajes que nos emitimos sean muy precisos, muy certeros, que no lleven a ningún malentendido y esto, queridos, es una bendición porque te permite ejercitar la empatía: leer todo lo que tu escribes como si lo estuvieras leyendo sin haberlo escrito.

4) La precisión, si breve, es oro puro. Di todo lo que tengas que decir, pero lo más breve que puedas, pues al otro lado tienes personas híper ocupadas que tienen que entenderte rápidamente e interactuar contigo llegado el momento de la respuesta, o de la reacción al mensaje que has enviado. Esta es una muy buena oportunidad de poner en juego tus habilidades para expresar mucho con poco, usar las palabras justas, los giros, las imágenes, las metáforas …

5) Acuse de recibo y plazo de respuesta. Pocas cosas hay tan paralizantes como enviar un mensaje y no saber si al otro lado se ha recibido. Acusa recibo de los mensajes que te lo requieren y comprométete a responder en el tiempo que consideres, pero con un plazo. Si no hay acuse de recibo y compromiso de respuesta en un plazo, los compañeros de equipo que necesitan tu feedback se quedarán sumidos en la incertidumbre y perderán direccionalidad, al no saber qué es lo mejor para su próximo paso.

6) Puntualidad. Suena a Perogrullo, pero en los trabajos en grupo ser puntual en las entregas de tus compromisos es más necesario que nunca.

7) Jerarquía. Crear colaborativamente no significa ausencia de jerarquía. Cada proyecto requiere liderazgo, lo que pasa es que ese liderazgo no se corresponde siempre con el mismo nodo de la red. La persona que hace el rol de “jefa” de la acción no es siempre la misma, de tal modo que cada miembro del equipo a veces lidera y a veces provee a quien lidera. Este es un ejercicio impagable de ego-free.

8) Deliberación y decisiones. Colaborar implica conversar, y conversar requiere de sentirse libre para expresar sin ser enjuiciado. La deliberación, que es la antesala de las decisiones, implica escucha, diálogo, enriquecimiento de puntos de vista … . Antes de decidir sobre algún asunto importante, la deliberación es necesaria. Y decir deliberación no es debatir sine díe, es debatir sabiendo que una decisión importante espera al fruto de ese debate.

9) Votar, aunque en cierto modo es la “solución fracasada”. El trabajo colaborativo entre personas afines, con propósito compartido, jerarquía distribuida variable y unos hábitos de comunicación saludables, será en la mayoría de los casos suficiente para que no tengas que pasar a votación propuestas carentes de consenso. Pero, hay momentos en que se hace necesario votar y hay que hacerlo rápidamente y con normas claras. Una votación no tiene porqué reducirse a sí o no. Ante una idea cabe una pluralidad de posiciones más allá de la lógica binaria: sí lo apoyo; ni sí, ni no; no lo apoyo pero acepto que otros lo apoyen; no lo apoyo y me opongo a que esta idea se desarrolle.

10) Bendigo a Loomio, una herramienta sencilla que ha sido concebida como nativa de la deliberación y la toma de decisiones. Loomio nos ayuda a movernos más eficazmente.

11) Este modo de trabajar me enriquece, me hace danzar simultáneamente con el yo y el nosotros. Me descubre, en todos los sentidos.

Seguimos!

(Envío un agradecimiento especial a Berni Melero, que me ha ayudado a trabajar este post).

@luismi_barral

@InnovacionAv