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Nuestra sociedad se ha vuelto muy compleja y necesitamos estar muy actualizados y enchufados a lo que la gran tribu nos demanda como individuo. De la única forma que podemos absorber toda toda esta información necesaria es con el audiovisual y sus múltiples formas y variantes.

No es ningún secreto que el ser humano es un animal extremadamente social. Nuestros frágiles cuerpos han forjado el mayor imperio sobre la faz de la tierra gracias a las grandes cualidades colaborativas de nuestras sociedades.  Desprovistos de cualquier preocupación relacionada con la supervivencia a parte de comer, respirar, dormir o el tráfico. Nuestras vidas giran en torno a los demás seres humanos: nuestro estatus quo, como nos ven los demás, como los hacemos sentir, que aceptación tenemos en nuestro circulo social, etc. Esto no es ninguna novedad, desde hace siglos hemos funcionado de esta manera. Pero el gran cambio viene en la expansión de este gran circulo de interacción.

Todo empezó con el cine, de repente había ciertas personas que formaban parte de la vida de todos, estrellas de la pantalla que estaban integradas en todos los círculos. Llevaban a la gente normal a sitios que ni si quiera nunca habían soñado, hacían que se emocionasen con las vidas de otros. De repente el pequeño círculo de su pueblo o ciudad había crecido por el mundo. Con la llegada de la televisión la sociedad cada vez se vuelve más compleja. Hombres y mujeres visualizan lo que quieren ser, por fin tienen sueños más allá de lo que creían que podían aspirar en sus humildes vidas. De una forma natural adquieren referentes a los que seguir en moda, estilo, actitud. Hay algo que los une, un vínculo entre los ciudadanos de todo un país, de todo el mundo.

Pero en la actualidad, en los últimos años, hemos formado parte del último y más determinante cambio de nuestra sociedad. Internet nos ha permitido, además, poder ser partícipes en primera persona de todo esto. Poder opinar directamente, ser fans, ser creadores de opinión y en definitiva ser nosotros mismos los referentes a los que otros siguen. Nuestro círculo crece y crece a la vez que deriva en otros sub círculos formando una sociedad muy compleja.

Aunque como individuos integrantes de esta sociedad compleja no nos planteemos hasta donde llegan nuestros círculos, necesitamos absorber gran cantidad de información a diario e integrarla a nuestra vida. En todo ello juega un gran papel el audiovisual que parece derivará hacia la realidad virtual y otras formas inmersivas que  pondremos en el mismo saco.

Por ello hemos desarrollado complejos lenguajes que se plasman en las diferentes pantallas a las que nos exponemos a diario. De forma consciente o inconsciente le pedimos algo al audiovisual que consumimos dependiendo del circulo en el cual se encuentre.

Los primeros círculos tendrían su versión virtual en Watsapp. No difiere mucho de cómo funcionaba en el pasado nuestro bar habitual. Un lugar de la gente conocida donde intercambiamos opiniones, hacemos planes e intentamos ser ingeniosos y graciosos. Por este motivo es tan difícil para las marcas entrar en este lugar privado. Aquí el audiovisual se presenta en capsulas cortas apelando mayormente al humor o a clips personales de nuestra vida privada.

Un circulo más amplio es Facebook, en esencia no deja de ser el conjunto de todos los amigos que haces al largo de tu vida compartiendo cosas. Pueden ser momentos personales, opiniones, reivindicaciones o posiciones políticas. Pero todo lo que un usuario de Facebook marca como que le gusta y, todavía mucho más, si lo comparte, significa que en cierto modo lo define, es parte de él, tiene la misma opinión. Los contenidos audiovisuales de Facebook consiguen que el individuo conozca mucho mejor el pulso de su entorno y va aprender mucho más de él que con cualquier actividad popular. A parte, se cuelan en este nicho videos que hablen de cosas curiosas o que nos hagan aprender algo nuevo sin que nos defina completamente.

Instagram es el circulo aspiracional, recurrimos a Instagram en busca de referentes a los que imitar y sueños que cumplir. Esto se convierte en un paraíso para las marcas que encuentran en los influencers una vía directa por la puerta grande a la vida de las personas y sus sueños.

Cine y televisión se vuelven el circulo que envuelve países, continentes y al final abraza casi la humanidad. Se filtra por todos los demás círculos que acaban hablando tarde o temprano de este gran circulo. En ellos queremos encontrar verdades muchos más absolutas, queremos entender dudas existenciales en mayúsculas. Por eso les cedemos más tiempo y le prestamos más atención.

Sin entrar en más detalles, el concepto principal de nuestra sociedad, que tiende a volverse más y más compleja, es el de aportar una información necesaria para que el individuo avance hacia objetivos cada vez más complicados. Y encuentre en el  empuje de una comunidad, que premia el esfuerzo, el impulso necesario para conseguir sus sueños. Para ello necesita captar la información de forma muy precisa a través de cada pantalla y saber muy bien que le va a ofrecer cada plataforma.