¿Reconocéis esta foto? Si es así, ya habréis entendido el título de este post. Si no es así, no sé qué habéis hecho estos últimos fines de semana. Si queréis saber qué nos depara el futuro más cercano, la respuesta esta ahí.

Así es, Black Mirror, quien no haya empezado esta grandiosa serie, no sé a qué espera. Empezad por la tercera temporada, no pasa nada, son todos auto-conclusivos. Primer capítulo, uno de los mejores desde mi punto de vista.

Cada vez que me hacen la pregunta sobre cómo veo la tecnología en el futuro mi respuesta siempre es la misma: peligrosamente individualista y superficial. Y esto es una aterradora realidad aunque en el episodio, Caída en picado, lo transmitan con cierto tono cómico.

El planteamiento que tiene es un mundo donde el estatus social de las personas venga determinado por el número de likes de tu perfil en la red social. Si hablas con alguien impopular te hacer perder puntos a marchas forzadas y si quieres mantener la puntuación hay que intentar caer bien a todo el mundo. Increíble…mente divertido ¿no os parece?

Hoy día vivimos el poder de la recomendación pero principalmente enfocado a bienes materiales o experiencias que te ha proporcionado un servicio o producto. Pero la serie le da una evolución muy lógica mostrando un mundo donde la recomendación de los demás sirva para saber a qué puedes acceder y qué puedes obtener.

A bote pronto me viene a la cabeza la red social Klout, que mide, a través de un índice, tu grado de influencia en las redes sociales. Por lo tanto, lo que se plantean en este capítulo, sería un mundo donde este servicio se llevaría a la enésima potencia. Que por cierto ¿alguien utiliza Klout? ¿Qué utilidad real tiene hoy en día?  Porque según Black Mirror, una herramienta así,  podría convertirse en el moneda de cambio del futuro.

Según un estudio de Nielsen, el 90% de los consumidores confía en las recomendaciones de las personas que conocen y el 70% confía en las opiniones publicadas en Internet. Esto no es nuevo para nosotros, lo sabemos, lo hacemos y utilizamos esas recomendaciones a nuestro favor.  Por lo tanto, la teoría del capítulo no es nada descabellada.

Está claro que las nuevas tecnologías han hecho que nuestra manera de relacionar estén redefiniendo el concepto de la amistad, ya que, gracias a ellas, la mayoría tenemos amigos a quienes nunca hemos visto.  O sea que es posible que llegue un día que gente a la que no conozco y nunca he visto, pueda definir mi status social. Ir por la calle y no sonreír podría restarme puntos. Llegar a un bar y no saludar también, si dices respondes mal a una dependienta, lo mismo.

Un mundo muy superficial ¿no creeis? Ya que todos deberíamos de actuar con el fin de dar la mejor versión de nosotros para seguir subiendo puntos en nuestro ranking y así acceder y poder comprar viviendas en zonas premium, coches, acceder a cursos, etc.

Es como si hiciéramos  que según el ranking de pasos que uno tiene en la fitbit u otro wearable similar, sirviera para poder comprar artículos en decathlon o poder inscribirse en algunos gimnasios. Si no estás por encima de los 60000 pasos diarios, tienes derecho, pero no  a lo mismo que aquellos que si lo han superado. De igual modo podrías ir al restaurante, pero no entrar en aquel que sirve comida bien cocinada y preparada con cariño, pero en cambio, te  correspondería un tuburio de mala muerte.

4,5 es el estatus que te da opción a optar a un buen nivel de vida, a buenos servicios, de calidad.

Un futuro muy interesante en el que ser hacker o tener un amigo con ese conocimiento sería muy interesante para cambiar la puntuación, siempre que fuera necesario.

Mi única recomendación es que no dejéis de ver Black Mirror, Caida en picado y San Junipero, este último,  una versión de la matrix pero con final feliz.

Foto: http://www.xataka.com/cine-y-tv/black-mirror-tercera-temporada-guia-con-los-todos-los-episodios-y-los-videos-publicados