Difícil condensar en un solo post todo lo ocurrido en Valencia durante los primeros días de este mes de mayo, en los que tuvo lugar la segunda edición del Digital Jove.
Comparto aquí una primera reflexión sobre esta iniciativa, profundamente relacionada con los temas que tratamos en este blog. Espero sirva de llamada de atención para aquellos que aún no hayan tenido la oportunidad de entrar en contacto con ella y a los que invito a conocer y disfrutar.

DESLICES LACANIANOS
Suelo redactar los borradores de estos posts en documentos aparte. Por hábito, no lo hago creando un documento nuevo sino duplicando uno pre-existente.
Curiosamente, a éste lo llamé “Necesidad y oportunidad” (el título del post) aunque, sin embargo, en el encabezado interior del documento quedó como “Experiencia y Realidad”.
A este tipo de despistes otros no les prestan mayor atención pero yo, por formación y de-formación, los observo y escucho con interés, así que tal vez no sea mala idea hablar de Necesidad, Oportunidad, Experiencia y Realidad. Porque en realidad de eso va el evento que, desde el pasado año, se celebra en Valencia.
Digital Jove nace al amparo de Cinema Jove para emprender rápidamente vuelo en solitario. Éste último es un certamen veterano en la ciudad, enfocado a la producción cinematográfica. El primero toma como territorio propio “todo lo demás”: las nuevas narrativas y el uso de la tecnología aplicado a los contenidos. (Y más, como ahora veremos).
Y lo hace en un lugar y momento (la Realidad) idóneos. Valencia ha dejado de ser titular por nefastas actuaciones políticas para poner el foco en otras muchas cosas que han estado y están sucediendo, y que afortunadamente ahora pueden salir a pleno sol (la Oportunidad).
Existe un ecosistema de pequeñas empresas (vamos a llamarlas “indie”) que están desarrollando productos muy interesantes (desde videojuegos hasta experiencias de realidad aumentada). El asunto es que dichas compañías aún no tienen la visibilidad que se merecen (de ahí la Necesidad), y todavía no han generado una red que les permita retroalimentarse en positivo: sumar (cuando no multiplicar) talento local y externo.
Así, Digital Jove surge con un doble objetivo: difundir y conectar.

ESPÍRITU DE INNOVACIÓN
Al frente de esta iniciativa se encuentra Fernando Carrión, uno de los nombres fundamentales en la historia de nuestro país, referente obligado para los que nos interesan estos temas (la Experiencia, no me había olvidado de ella). Además de sus cualidades personales (inmensa curiosidad, afán de investigar, capacidad organizativa…) y su larga trayectoria profesional (del cine de animación a los videojuegos ha pasado un sinnúmero de trabajos en la industria), Carrión es también un veterano en la organización de eventos: los más veteranos recordarán los Transmedia Living Lab en sus múltiples ediciones (desde la patrocinada por Camon hasta las posteriores en Fundación Telefónica) , u otras iniciativas que llevó a cabo en su paso por King, como Mujeres y videojuegos).
(Justo es citar a Juan Simón García, presidente de AVRE y a Verónica VR por la inestimable ayuda prestada, junto al resto de colaboradores, invitados e instituciones).
Con apenas dos ediciones, Digital Jove ya se prefigura como un espacio en el que forma y contenido se fusionan de manera simbiótica. Fiel al espíritu enunciado de difundir y conectar, su forma ha cambiado ligeramente, y augura más cambios en el futuro. (El sustrato es la idea tan querida en el Design Thinking de “Iteración”, la repetición del modelo con variaciones, con la intención de mejorarlo).
En la primera edición asistimos a ponencias y mesas redondas en un programa repleto de sorpresas: desde el referente mundial indiscutible que es Carolina Cruz-Neira hasta talento local de Barret Films, pasando por creadores emergentes venidos de Canadá, como Impossible Things. (Invito al lector a repasar el listado completo y reconocer o descubrir a grandes creadores).
La segunda edición retoma ese formato, corregido y ampliado. A las charlas se suman talleres, el B2B Forum (un encuentro profesional formalmente separado del Digital Jove, aunque estrechamente relacionado con él), actividades paralelas (como el concierto de Alex Rapp + Big Violin Player) y un showroom de Realidades Digitales, apoyado por la recientemente constituida AVRE.

De nuevo les invito a estudiar la larga lista de nombres de personas y entidades que han participado en esta edición, demasiados como para citarlos a todos aquí.
Como colofón hay que sumarle la creación de una entrega de premios a diferentes categorías (este año otorgadas a nombres tan conocidos como Robert Pratten, por su larga aportación a las narrativas transmedia o Ana Pastor, como rostro visible del proyecto Newtral) . El galardón, por cierto, está encarnado en la figura de Mr. Pixel, creación de otro talento local, el genial Calpurnio Pisón.

TENDENCIAS
Como digo, resulta imposible resumir todo lo ocurrido en estos cuatro días en Valencia, pero quede constancia aquí de algunos enlaces y nombres para que aquel que lo desee tire del hilo.
Sí me gustaría, a título personal, reseñar algo que he podido sentir; lago que podríamos llamar “el pulso el evento”.
Hay algunas cosas que me resultan sintomáticas, por su insistente reaparición en diferentes momentos del Digital Jove.
Una es la normalización cada vez mayor de los entornos virtuales (valga como ejemplo la fotografía que encabeza este artículo). Aunque aún falta mucho terreno por recorrer y no es una tecnología “doméstica”, el público se siente atraído por estas experiencias y, en general, queda muy satisfecho con ellas. El VR no acabará con nada, pero cada vez parece más claro que ocupará su lugar entre los demás medios, con los que coexistirá y a los que complementara.
Otra es el activismo digital. Hemos podido ver iniciativas muy interesantes, como la propuesta de accesibilidad de AEDAVI y COCEMFE o la de The Institute for Gender and Economy. El empleo de la tecnología y los entornos digitales para la integración resulta no sólo deseable, sino tremendamente necesario. Esperemos que, en un futuro cercano, sean más los recursos y voluntades destinados a este fin, lo que desmentiría los discursos distópicos y nos abriría la puerta a un futuro más igualitario y justo.
Y la tercera (sea bienvenida) la presencia femenina en estos entornos. Ver a niñas acompañadas de sus padres o madres asistir a un taller de robótica y salir con una sonrisa en la cara resulta, de nuevo, esperanzador.
Un ultimísimo apunte, que me sirve para recordar posts pendientes: desde Digital Jove se lanzará en breve la convocatoria #Valencia2050 un intento por sondear futuros posibles al que deberemos estar atentos. Esta propuesta se aliena con otras citadas anteriormente, como #NarrarElFuturo y #Postfuturear. Esperemos que, entre todos, imaginemos otros mañanas más inclusivos y seamos capaces de narrarlos a modo de hojas de ruta.
La aventura continúa, ya estoy deseando que arranque el Digital Jove 2020.

Fotografías:
Imágenes 1 y 3 cortesía de AVRE y Juan Simón García, todos los derechos reservados.
Imágenes 2 y 4 cortesía de Víctor Frías www.victorfrias.com , todos los derechos reservados.
Cartel del Digital Jove 2019 obra de Calpurnio, todos los derechos reservados.

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