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Hoy me estreno en el blog Innovación Audiovisual. He estado valorando escribir sobre varios temas: transmedia, branded content, storytelling, gamification, engagement… con la intención de aportar valor. De repente tenía ante mí un montón de anglicismos, de los que hace unos años criticaba y me ponían la piel de gallina, con lo rico que es nuestro castellano… ¡y en este momento de reflexión es cuando me dí cuenta de que lo que de verdad me apetecía era eso, compartir reflexiones! He dejado de lado los casos de éxito, noticias, debates… para intentar reflexionar sobre nuestra realidad y los acontecimientos que estamos viviendo en el sector. Hablamos mucho… ¿pero realmente hacemos lo que decimos?

En mi opinión, estamos inmersos en un mercado/entorno de startups. La transformación digital a la que nos debemos adaptar está en proceso en muchas empresas y esto hace que todas ellas de una manera u otra sean startups. ¿Por qué digo esto? Porque este fenómeno está modificando el comportamiento de la sociedad, afectando de forma acelerada e integral a todo lo que toca: contenido, usuario, modelos de negocio, canales, gadgets…

A nivel global esta transformación digital afecta directamente a la visión de las compañías, a su forma de hacer negocios y a sus organizaciones. Si nos centramos en nuestro mundo, el de los contenidos, dicha transformación afecta directamente a la producción y realización de los contenidos, la distribución y dinamización del contenido, los hábitos de consumo y la generación de nuevos modelos de negocio.

Creo que es clave tener presentes estas premisas en nuestro día a día, pero sobre todo, el poder que esta nueva era da al consumidor, al que debemos situar en el centro de toda estrategia para que disfrute de una verdadera experiencia integrada e interactiva.

Los consumidores han evolucionado y han pasado a ser proactivos y, a estar siempre conectados, a consumir contenidos personalizados y luego socializarlos, a no pertenecer a un target definido como conocíamos sino a un círculo de características muy peculiares: amigos, intereses, familia… a gustarles diferenciarse como individuos, a crear tendencias, a romper con etiquetas pero no con las reglas, a tener capacidad para emocionarse y divertirse. En definitiva, los consumidores tienen más acceso a información y opinión, saben más que antes.

¿Los tenemos realmente en cuenta? Escuchamos lo que nos dicen?

Una reflexión práctica: Somos productores y queremos crear y producir un contenido audiovisual, al fin y al cabo si estamos en el negocio de los contenidos vamos a estar involucrados en dicha creación (creativos, productores, realizadores, planificadores…).

Entendemos que el objetivo está claro: La creación de un producto de interés para nuestra audiencia con la suficiente notoriedad y posicionamiento en el mercado que se quiera consumir.

  • IDEA (FORMATO). Cuando nos ponemos a diseñar formatos tenemos en cuenta lo que le interesa al consumidor o tenemos una vaga intuición de lo que le puede interesar? Esta nueva era los hace fuertes, pero también nos da la posibilidad de saber mucho más que antes. Interesémonos por saber cómo quiere satisfacer sus necesidades y cómo está dispuesto a consumir el contenido. Nuestras probabilidades de éxito se multiplicarán si tenemos claro cómo ejecutar el contenido.
  • NIVELES DE PROFUNDIDAD. En todo contenido que se precie, siempre hablamos de la interactividad, el engagement, la relación con el consumidor… Decimos que queremos huir de la publicidad convencional basada en impactos a personas pero luego la realidad es otra. Tratamos las redes sociales como si fueran medios de comunicación y lanzamos contenidos como si fueran publicidad (impacto, impacto, impacto). Si el consumidor se siente identificado quiere más contenido, quiere participar no sólo recibir. Nuestro compromiso debe ser responder con una comunicación bidireccional y personalizada, no siguiendo la línea argumental y de comunicación del proyecto. ¿Por qué no le damos lo que quiere? Empleemos herramientas para conseguir que nuestro producto sea mucho más atractivo.
  • CONTENIDO LIQUIDO Y LINKED. Este punto me encanta!!! La idea de adaptarse a todos los medios y fluir como el líquido es genial y si encima le ponemos el linked para compartirla es bestial. Queda muy bien en la estrategia, pero realmente lo hacemos? Reproducir píldoras de contenidos de televisión es muchas veces más cómodo y fácil. No fluye igual pero cubre expediente!
  • INTEGRACIÓN DE MARCA. El contenido debe tener en cuenta a la marca desde el principio. Los valores de contenido y marca deben coincidir para que fundan en uno. La marca no debe entrar en juego para dar salida a un contenido, no es un mero patrocinador buscado a ultima hora. Insisto, si esto es una relación win-win, marca y contenidos tienen que ir de la mano desde los cimientos. Busquemos más marcas que una conocida marca de grandes almacenes, una conocida marca de refrescos, una conocida marca de cervezas…
  • PUNTOS DE ENTRADA. Estamos cansados de decir que el consumidor toma el control y decide cuándo, cómo y dónde. Nuestro reto debe ser estar ahí sea cual sea su decisión, creando puntos de entrada a nuestro territorio. No basta con un buen contenido de televisión, ni siquiera con su adaptación. Este es el momento de demostrar que entendemos lo que es el transmedia y dotarlo de significado!
  • DERECHOS DE AUTOR. Y aquí llega el momento de hacer frente a nuestros miedos. Y es que desde pequeños ya nos costaba compartir… Ahora tenemos que plantear, no sólo si estamos dispuestos a compartir derechos y propiedades con las marcas con las que trabajamos, si no también con nuevos amigos, los “Prosumers”, esos consumidores dispuestos a participar en nuestro proyecto. ¿Estamos realmente preparados?
  • COSTES DE PRODUCCIÓN. Alguien con mucha experiencia en televisión una vez me dijo en mis inicios: “nunca recortes en aquello que salga en pantalla”. A día de hoy, si el contenido es lo importante y lo que se va a ver, ¿por qué no se dedican más recursos a la elaboración del mismo? ¿Por qué es lo primero que se recorta? De verdad, creo que deberíamos equilibrar un poco la balanza y darle el protagonismo que merece también en los presupuestos.

En fin, no vivo en los mundo de Yupi y soy consciente de que materializar todos estos puntos y otros más en nuestros proyectos y nuestro día a día no es fácil pero hagamos un esfuerzo entre todos para que nuestros consumidores y marcas no vean en transmedia, branded content, storytelling, gamificacion., engagement… ¡nuevos anglicismos a los que criticar! Está en nuestras manos el que las perciban como palabras sugerentes llenas de contenido!

Continuará…

@santicerdan