Partimos de experiencias de consumidores de thrillers, producciones audiovisuales y de literatura negra que, siendo con anterioridad turistas o viajeros, se interesan por saber más de los contenidos que consume y, con esta fuente de inspiración, viajar, premeditada o circunstancialmente, al lugar donde transcurre la acción. Tenemos al viajero que consume thriller y novela negra y realiza el viaje  que le llevará a una interesante, aunque no frecuente,  inmersión sucinta en la realidad social mientras disfruta del escenario, ahora reconocible. Y de esto va el post.

Viajeros.

Cualquiera que viaje fuera de su entorno habitual, que no sean refugiados o migrantes laborales o sociales, es un viajero. El turista es también un viajero pero no tiene tiempo para interactuar con la sociedad, solo con los hitos paisajísticos, artísticos o arquitectónicos del lugar que visita, un espectador pasivo. En este caso el término viajero se lo aplicaremos al turista interesado, también, en entender un poco la sociedad que visita.

El turismo cinematográfico y literario está en alza; se buscan las localizaciones de los escenarios de sus novelas, películas o series favoritas. Nueva Zelanda para los incondicionales de la trilogía de “El Señor de los Anillos”, o el valle navarro de Baztán, señalado en el GPS de muchos de los lectores de la “trilogía del Baztán” de Dolores Redondo, interés que ha aumentado con la exhibición de la primera película rodada sobre la trilogía. En este post nos  centraremos en la novela negra y el thriller como motores de viajeros o turistas activos.

Hay otro tipo de viajero, todos lo somos en realidad, el que viaja desde su sillón o desde el asiento del metro. Es el que lee o visualiza contenidos con narraciones atractivas o imágenes espectaculares. Novelas, películas, vídeos, documentales, Blogs y APP de viajes o tableros de Pinterest nos transportan a lugares que no hemos explorado, pero que reconocemos como propios. Esto también nos induce al viaje, a redescubrir, esta vez con tus propios sentidos, esos lugares.

Thriller y novela negra.

A la novela y a la narración cinematográfica (aquí englobamos a todos los formatos audiovisuales) de trama negra (noir, hard boiled, criminal policíaca, etc.) se los define, yo lo hago,  como la nueva narración social. En gran parte de este tipo de relato, se puede mantener que “el viaje es la meta”; lo importante de la estructura narrativa no es el desenlace: descubrir al malvado, castigar el crimen y resarcir a la víctima, son la introducción y el nudo donde se hace social el relato negro.

El crimen, sus autores y su contexto social y psicológico, el proceso de investigación, con los personajes e instituciones involucrados y las localizaciones que lo soportan, generan una suerte de crónica de su espacio y de su tiempo con una gran carga de crítica social. Atracos, agresiones, violaciones, violencia doméstica, crímenes, corrupción, tráfico de armas, drogas o personas, asaltos, violencia política y social, robos, malversación, corrupción policial y un largo etcétera llenan los medios de comunicación y aportan tramas a la magia creativa de los relatos negros.

Si hay interés en este tema, puedes ver la Tesis Doctoral de María Álvarez de la Cruz (2018) “El crimen como pre-texto: el contexto social en las novelas policiacas de Henning Mankell y Manuel Vázquez Montalbán” que estudia a dos grandes autores: Mankell, buen exponente de la literatura negra nórdica y que basa en sus relatos en zonas rurales y Vázquez Montalván, exponente del negro mediterráneo, que localiza sus relatos en zonas urbanas; «Vázquez
Montalbán se decanta por hacer crónica del desencanto mientras que Mankell ahonda en la crónica del desasosiego».

El viaje (vía anécdotas, una de novela y dos audiovisuales)

Un duende familiar de las navidades de 2017 nos regaló un viaje a Edimburgo con cuatro apartados: billete de avión y Hotel, una guía personalizada (el duende había  visitado la ciudad cuatro veces), unas sesiones de YouTube con documentales e historias de viajeros sobre la ciudad y un libro de Ian Rankin. Las dos primeras son de uso común en cualquiera que planea un viaje. Visionar contenidos o leer información o narraciones sobre el lugar que has visitado o visitarás, crece significativamente, como crece el turismo cinematográfico y literario.

Pero vamos al regalo del libro de Ian Rankin (wikienlazado para interesados). Con el detective John Rebus, y en más de veinte historias, Ian Rankin te hace vivir Edimburgo, la ciudad turística y cultural, la capital de una Escocia siempre irredenta y los suburbios más violentos azotados por la crisis. Ahora sí se puede afirmar que es posible conocer, un poco más, Edimburgo con sus luces y sus sombras, recorriendo, también, la “otra ciudad” y visitar, como en el caso de este humilde friki, el «Oxford Bar», el pub favorito del autor y de su personaje. Vale, también localizamos escenarios naturales de la serie «Outlander».

Hay una serie de thrillers que se emiten en «Calle 13″ que se titulan “Asesinato en…» (aquí puedes añadir lugares como Sarlat, Martinica, Aveyron, Bayona, Guérande, Borgoña, Somme, La Rochelle, Grasse, Dunkerque…. ). Son producciones francesas que se centran en un equipo policial, mixto siempre, que investiga un caso de asesinato con connotaciones históricas de un lugar determinado de la geografía francesa. La acción trascurre en ciudades o villas con encanto arquitectónico, paisajístico, histórico o cultural. Las tramas y los personajes están bien, sin más, pero las localizaciones son estupendas (ver más en este artículo).

En nuestro último viaje a Burdeos y el Perigord nos propusimos visitar varias localizaciones que habíamos descubierto con estos TV movies. La bahía de Arcachón y la espectacular duna de Pilat y Sarlat. Podemos afirmar que la experiencia fue espectacular; seguro que hubiéramos llegado a esos destinos solo con una guía de viajes, como casi todo el mundo, pero reconocer los escenarios y pulsar el ambiente previamente visualizados, no tiene precio (modo frikiOn).

Las posibilidades de que viaje a Islandia son más reducidas. Gracias a las novelas negras de Arnaldur Indridason o series, negras también, como “Atrapados”, “Muerte entre la lava” o “Muerte en el volcán”, se puede afirmar que conozco un poco a la sociedad islandesa y a sus paisajes espectaculares con sus coloridas casas edificadas sobre un escenario en blanco y negro de tierra volcánica y nieve. Se puede adquirir una visión bastante aproximada de esa isla fría y lejana, sin tener que viajar , desde tu sofá.

Innovación audiovisual para el “Turismo de Salón”.

Más pronto que tarde, viajar no dependerá solo de nuestra capacidad física o económica. Se confirmarán las predicciones que hablan de limitar drásticamente el turismo masivo por motivos ecológicos y de conservación del patrimonio y por la falta de seguridad que ya impide, o no aconseja, viajar a lugares en conflicto bélicos o con amenaza terrorista.

La producción audiovisual, en todos sus formatos, ya es el sucedáneo aceptable para disfrutar de los lugares más lejanos e inaccesibles donde nunca viajaremos; ya se encarga de mantener vivos sociedades y escenarios destruidos por la violencia del humano y de la naturaleza; ya está innovando para hacernos viajar en 3D, Realidad Aumentada, vídeo 360º y la Realidad Virtual desde el salón. Y para los más ¿clásicos? siempre quedará una buena novela negra.

Imágenes: portada de Jesús Diges para Efe y propias del autor.