Aunque nació en Glasgow (Escocia), emigró a Sydney con su familia siendo un niño y se convirtió a todos los efectos en ciudadano australiano. Acaba de cumplir 74 años y continúa ofreciendo ocasionales conciertos junto a The Allstar Band, pero John Paul Young será para siempre el afamado intérprete de Love is in the air, el tema que publicó en 1977 y con el que un año después se alzó al Top Ten de las listas oficiales de éxitos del Reino Unido y Estados Unidos gracias a una pegadiza melodía y a una no menos repetitiva letra:
Love is in the air, everywhere I look around, love is in the air, every sight and every sound…
Además del rendimiento comercial del single y de las múltiples remezclas y versiones editadas desde entonces, el hit puede presumir de haber sido citado en otra mítica canción de la música de baile de aquella época: la que la norteamericana Donna Summer incluyó en su recopilatorio de grandes éxitos lanzado en 1979 bajo el significativo título de On the Radio:
I never told a soul just how I’ve been feeling about you, but they said it really loud they said it on the air, on the radio…
La ‘reina del disco’ corregía de esa manera el estribillo de Young: el amor estaba en el aire, sí, pero musicalmente se hacía presente a través de la radio, el medio que hasta la irrupción de Internet había propagado en exclusiva las composiciones del universo pop… y los boletines de noticias, los espacios de entretenimiento, y los de participación, la ficción, las retransmisiones deportivas, la publicidad, las programaciones generalistas y especializadas… Hace un siglo que la radio difunde contenidos a través de las ondas hertzianas (¿probamos Radio is in the air?) con un lenguaje cercano e inmediato pero, al mismo tiempo, fugaz e inaprensible: ¿cómo reconocer lo que se emite por un transistor si el sonido es de naturaleza invisible?
Sin guías de programación radiofónica
Se apuntaron ya en este blog las carencias que hoy día presenta el medio radiofónico –de manera particular en España– en un entorno audiovisual adaptado a las exigencias de distribución y consumo digital. Semejante disfunción no sólo se hace patente en la interminable y aún pendiente transición a la difusión DAB, en la mejorable metodología de medición de audiencia (hoy se han divulgado los datos de la 3ª oleada del EGM 2013/14) o en la necesaria renovación de unos esquemas de programación casi atávicos, todavía bajo esquemas propios de la etapa analógica de la radio. No, hay detalles bastante más reveladores.
Sin ir más lejos, dada la proliferación de dispositivos móviles de acceso a Internet (España es el país europeo con la penetración más alta de smartphones: 27,6 M y tabletas: 7,3 M), y teniendo como referencia las ¿miles?, ¿millones? de páginas que a través de la red facilitan información puntual y detallada (a veces también accesoria e irrelevante) sobre la oferta televisiva, ¿cómo es posible que no existan servicios que recojan de manera sencilla y unificada los programas y horarios de las cadenas de radio españolas? ¿Es posible que hasta los periódicos y las revistas hayan renunciado a tal utilidad tanto en sus versiones impresas como online?
Sí, cierto, cabe acudir a cada una de las webs de los propios operadores, quienes también han diseñado aplicaciones para móviles que además brindan la sintonización inmediata de su señal, pero ¿no parece sorprendente que la industria radiofónica nacional, que cada día satisface la demanda de 25 millones de oyentes mayores de 14 años, no haya propiciado de manera colectiva un soporte común desde el que facilitar el acceso a su consumo, ya sea en receptores tradicionales o digitales? ¿No resulta paradójico que en plena era de las pantallas personales y personalizadas los ‘escuchantes’ deban localizar por su cuenta la parrilla de su emisora favorita?
Así es iRadioGuía, proyecto de innovación UPSA
Resulta gratificante presentar en el blog Innovación Audiovisual un proyecto que hemos desarrollado dentro del Club Universitario de Innovación de la Universidad Pontificia de Salamanca, iniciativa que nació aquí en 2008 y hoy está instaurada en 7 de las 9 universidades de Castilla y León. Algunos de los proyectos alumbrados por este programa se han transformado en patentes industriales, y los alumnos que los imaginaron han desembarcado en el mercado laboral gracias a ellos. Durante el curso que ahora termina 33 alumnos y 17 profesores hemos transformado ideas innovadoras en doce proyectos que se presentaron al público el pasado 18 de junio; uno de ellos es iRadioGuía: plataforma interactiva multisoporte de programación y sintonización radiofónica.
Tomando como referencia el modelo británico de Radioplayer, y con el aval de la Academia Española de la Radio, iRadioGuía se ha diseñado en esta primera fase a partir de la búsqueda, sistematización y ordenación de contenidos –programas, géneros, contenidos y horarios– de las cadenas de radio de cobertura estatal generalistas (Cadena SER, COPE, Onda Cero, RNE, esRadio e Intereconomía) y especializadas (40 Principales, Cadena 100, Europa FM, Cadena Dial, M80 Radio, Kiss FM, Máxima FM, Rock FM, Melodía FM y Radio María). Puede consultarse tanto desde ordenadores como en tabletas y teléfonos móviles inteligentes.
Entre las funcionalidades de la aplicación, y además de encontrar datos sobre las diferentes emisoras y sus programas, el usuario puede filtrar programas por categorías (informativos, entretenimiento, música…) o elaborar una lista de emisoras favoritas para acceder a la información de manera más rápida. iRadioGuía también incluye las referencias de las frecuencias analógicas en cada provincia, pues se ha concebido como ventana tanto para oyentes de radio tradicional como a través de nuevos soportes. Aprovechando las capacidades de geolocalización de los actuales navegadores web, esta opción se personaliza con los diales de la provincia donde se encuentre el usuario.
iRadioGuía se ha materializado como una aplicación web, lo que significa que está operativa desde cualquier dispositivo que pueda ejecutar un navegador; la ventaja de este enfoque es la versatilidad, ya que un mismo desarrollo puede ejecutarse sobre diferentes plataformas y dispositivos (PC, Mac, iOS, Android…) sin necesidad de una versión específica para cada una de ellas. Las tecnologías utilizadas son HTML5, JavaScript y CSS3, y para implementar la aplicación se ha recurrido al modelo SPA (Single Page Application o aplicación de una sola página); con ello se consigue una experiencia próxima a la de una aplicación de escritorio, dado que el usuario no navega a través de un sistema tradicional de enlaces, sino que mediante la combinación de JavaScript, Ajax y HTML5 se actualiza el contenido de la página sin cambiar la URL ni refrescar la página. La aplicación se carga una vez y desde allí se renderizan los objetos que constituyen la página a partir de las opciones seleccionadas por el usuario.
El proyecto se halla todavía en fase beta y está siendo sometido a diferentes testeos, pero ya puede probarse en la dirección iradioguia.es (el contenido se adapta al dispositivo desde el cual se accede). Su aparente sencillez no oculta un crecimiento potencial que ha de observarse ligado a la progresiva incorporación de contenidos (emisoras autonómicas y municipales y también emisoras nativas, de difusión exclusiva en la Red), al enriquecimiento de funcionalidades (acceso a la sintonización de todas las señales y visualización dinámica de contenidos: por ejemplo, el título y el intérprete de la canción que suena o sonará) y a la inclusión de soluciones tecnológicas que aumenten la interacción del oyente con su emisora (juegos, votaciones, recomendaciones, valoraciones…) y faciliten su comercialización como medio y como industria: ¿no es una aplicación así una elocuente invitación para probar y disfrutar del audio en vivo, el que seduce y atrapa porque brinda un mensaje real y no automatizado?
Se trata, en definitiva, de que la radio potencie su valor integrando los recursos que trae consigo la era digital para mantener vivo su discurso ¡y su penetración!, asumiendo que su recorrido, como la canción de John Paul Young, no está ya en el aire, sino, definitivamente, en la pantalla.
@luismipedrero
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