ODA AL WORD.pngOda al word

Hoy he visto la luz! El Word es una herramienta subestimada, poco valorada, llena de un potencial otrora solo a la vista de los más innovadores. Oh Word! No sé cuan difícil habrá sido este camino de silencio y soledad. No quiero imaginar mi querido amigo lo deprimente de tu viaje vital por cavernosos y oscuros laberintos de ingratitud y menoscabo. Siempre pensé que eras un simple editor barra procesador de texto, avanzado para tu época, sí; pero un simple software dentro de un paquete de ofimática.

Oh Word! Como pude dejarme obnubilar por otros programas, quizás con una estrategia de marketing más depurada, o una identidad visual y verbal mucho más impactante. Como pude ser esa diana impactada en el centro con un oneshot de esos otros que han producido en mí un enamoramiento, unas mariposas que me sorprenden y me envuelve hasta que de mis labios sale un: no sé que debe ser un efecto WOW; pero si lo supiese creo que sería esto… y que ha durado hasta hoy.

Disculpa mi ceguera. Hace ya tiempo que me lo venían diciendo esos gurús de lo cotidiano, a los cuales me ha costado creer y entender. Lógico que esto sea así, los gurús van por delante de los cambios, de los pivotajes tecnológicos, sociales, psicológicos con “ps” y demás mierdas… ellos divagan, teorizan con estructuras y procesos mentales tan complejos que les permiten concluir en afirmaciones contundentes, reveladoras, frescas, cargadas de luz y vida: “Esto que me presentas lo hace mi sobrina con el word”, “Me quieres cobrar por eso que no te ha llevado más de una hora? Si eso lo hago yo con el Word!”, “Mi primo que es informático me lo hace con el Word art, queda igual y me lo hace gratis”…

BOOM!!!!!! Catarsis!

INTERIOR. NOCHE. CEREBRO VELO

Una sucesión de imágenes con toda su vida pasan por delante de él. Universidad, primeras clases de diseño, páginas de libros, autores, corrientes artísticas, profesores, trabajos, softwares…. Acabamos con una explosión en la que queda la negrura del vacío inter cerebral.

Una vez, que te das cuenta que toda tu formación no vale una mierda, te despojas de todos los convencionalismos, modas sociales, teorías, estudios, horas de vuelo, estudios, reconocimientos a tu trayectoria, estudios, y por supuesto de la suite de Adobe… en ese momento, y solo en ese momento te sientes libre.

“Es perfectamente comprensible la propensión a conectar la estructura verbal con la visual. Una de las razones es natural. Los datos visuales presentan tres niveles distintivos e individuales: el input visual que consiste en una miríada de sistemas de símbolos; el material visual representacional que reconocemos en el entorno y que es posible reproducir en el dibujo, la pintura, la escultura y el cine; y la infraestructura abstracta, o forma de todo lo que vemos, ya sea natural o esté compuesto por efectos intencionados.

Sin embargo, incluso cuando existen como componente principal del modo visual, los símbolos funcionan de diferente manera que en el lenguaje y, de hecho, por comprensible y hasta tentador que pueda resultar, el intento de encontrar unos criterios para la alfabetidad visual en la estructura del lenguaje sencillamente no tiene éxito. Sin embargo, los símbolos, como fuerza dentro de la alfabetidad visual, tienen una importancia y una viabilidad muy grandes”. Dondis

Construyamos con el WORD ART. A lo mejor si se puede articular un buen discurso visual, utilizar la gestalt, las unidades mínimas de diseño. Apelar a los discursos manifiestos y latentes, escudriñar en las emociones con técnicas visuales que se sostienen sobre leyes concluyentes de procesos del imaginario colectivo.

No lo sé, igual se puede; pero yo no soy visionario, ni gurú! He aprendido seguro que erróneamente que un buen branding te permite:

  1. Ocupar un espacio en la mente de los públicos
  2. Facilitar la diferenciación de la organización de otras entidades
  3. Disminuir la influencia de los factores situacionales en la decisión de compra
  4. Actuar como un factor de poder en las negociaciones
  5. Lograr vender mejor
  6. Conseguir mejores trabajadores

y podríamos poner otra más que sería incluso Atraer inversión o incluso generar franquicias.

Obviamente esto tiene que venir acompañado de más cosas. Los diseñadores y los creativos empaquetamos el producto; pero no controlamos el producto.

Generar esto con un amigo informático, una sobrina de 13 años y un WORD ART se me antoja pretencioso.

A lo mejor soy yo, que me hago viejo, y sigo arando mi campo con bueyes en vez de adaptarme a la nueva maquinaria.

A lo mejor soy yo, que me sobra el dinero y me da igual gastarme más de 800 € anuales por equipo (y tengo unos cuantos) en una licencia tonta de un software que no lo hace mejor que un simple paquete de office.

A lo mejor soy yo, que sobrevaloro los procesos. Olvidémonos de la creación de Brief y proceso de inmersión, olvidémonos de investigar e intentar encapsular los valores de marca en unas formas, lo que marketing se conoce como “Unique selling proposition & Reason Why (que vendemos y por qué).

A lo mejor soy yo!

Imagen| ASTRÁGALO STUDIO

@Veloriam