Imagen de la película Inteligencia Artifical

La ilustración, de la peli de Spielberg. Dos horas y media de uncanny valley

(Y no me refiero a Innovación Audiovisual, pero también… )

En el año que acaba de terminar se han producido un gran número de noticias acerca de la inteligencia artificial. Muchas de ellas avances técnicos y conceptuales que comentaremos a continuación, otras muchas señalando los efectos adversos que tales avances pueden tener para el mercado laboral (malditos cuellos blancos, no habéis abierto la boca hasta que os ha tocado a vosotros). Incluso alguna que otra situación ridícula.

Y si 2016 ha sido el año de la sorpresa por que la inteligencia artificial haya escapado de la ciencia ficción e irrumpido en nuestra cotidianeidad, parece que 2017 podría ser el de la definitiva implantación.

Uno de los viejos terrores consiste en que las IAs tomen decisiones imprevistas y eso es precisamente lo que acaba de ocurrir con algo tan aparentemente inocente como el traductor de Google. Resulta que el pasado noviembre, Google Translate empezó de repente a traducir mucho mejor. Lingüistas, informáticos y toda clase de fauna tuitera se dedicaron a probarlo y juguetear con ello (por supuesto, también trolearlo). Al parecer, una red neuronal del proyecto Google Brain retocó el traductor para usar una lengua artificial que se inventó sobre la marcha como intermediaria, y lo hizo por iniciativa propia. No sólo eso: según Jun Rekimoto, profesor de la universidad de Tokio, Translate imita en su redacción en japonés el estilo de Murakami

Fuente: https://www.newscientist.com/article/2114748-google-translate-ai-invents-its-own-language-to-translate-with/

La inteligencia artificial, en tu bolsillo

En los últimos años, el desarrollo en el campo de la inteligencia artificial ha pasado por una auténtica fiebre del oro. Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft y Baidu han invertido miles de millones y esquilmado la oferta de profesionales relacionados, tanto en el mercado como en la universidad. El resultado es la aparición en el mercado de toda una generación de productos y servicios basados en IA: desde los familiares Siri y Echo hasta el chivato Home, pasando por el ligeramente siniestro M (el asistente personal de Facebook comparte nombre con el vampiro de Fritz Lang). Pero también los algoritmos predictivos de Spotify y Netflix, la aparición de doctores y abogados virtuales y, ojo con eso, hasta sistemas que editan video ellos solitos.

Lenta e inocentemente, como temían Asimov o P. K. Dick, se han instalado entre nosotros y vienen a quedarse.

Pues sí, compañeros realizadores y montadores. Este trailer lo ha montado una máquina. Para más info: http://www.wired.co.uk/article/ibm-watson-ai-film-trailer

IA y big data. Un matrimonio concertado

Con tantos actores almacenando toda la información que pueden del comportamiento de las personas dentro y fuera de Internet a través de sus ordenadores y dispositivos móviles, es fácil figurarse que la cantidad de información que empresas, gobiernos y otras organizaciones van acumulando debe de ser inmensa. Huge Data. Tan inmensa que su explotación tradicional en forma de barridos y fórmulas estadísticos se queda corta, lo que abre la puerta al análisis por parte de sistemas de Inteligencia Artificial. Pero es de suponer que sólo sea un primer paso, y es casi inevitable que las marcas no sólo quieran conocer targets efectivos y potenciales, sino que además estén tentadas a usar IAs para además imponer tendencias y campañas. Yo lo haría. Así lo están haciendo Netflix y Amazon y no parece que les vaya mal.

Profesionales del mundo: preocupáos

“Es imposible” (operador de telemarketing) . “A mí no me va a tocar” (contable). “Mi trabajo es demasiado importante” (periodista). “Jamás podría reemplazarme una maldita máquina” (bibliotecario).

Según un estudio de Deloitte y la Universidad de Oxford, alrededor del 45% de los puestos actuales serán engullidos por sustitutos automáticos, que sólo consumen electricidad y no se sindican ni se quejan. Operadores de marketing telefónico, oficinistas y técnicos de mantenimiento serán los primeros, pero no los últimos.

De momento, las profesiones más creativas y artesanas se escapan… siempre que el profesional tenga éxito. La expulsión de trabajadores de otros sectores aumenta la competencia y es probable que haga empeorar las condiciones de trabajo. Cabría preguntar de qué va a vivir toda esta gente, pero también quién va a consumir los productos y servicios producidos por las máquinas cuando la masa laboral deje de recibir ingresos

Si piensas que soy alarmista, léelo tú mismo

http://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/downloads/academic/The_Future_of_Employment.pdf

Y si no eres de mucho leer textos académicos, aquí tienes algo parecido pero con dibujitos

http://www.npr.org/sections/money/2015/05/21/408234543/will-your-job-be-done-by-a-machine

Llegadas previstas para 2017

Es probable que las nuevas aplicaciones de las IAs dejen este año de ser noticia, por saturación. También es deseable que los medios, por fin, dejen de tratar el tema de forma apocalíptica o tecnoutópica, simplemente con la naturalidad de aceptar lo inevitable.  Pero habrá que prestar atención, porque puede ser un año de cambios. Ya sabemos que las máquinas aprenden (machine learning), ahora hace falta saber qué les enseñamos. Por lo pronto, Apple insiste en desmarcarse de la política open-source de otras compañías que investigan actualmente para hacer siri disponible en toda su gama de dispositivos. En Facebook no han dicho nada específico al respecto, pero no me extrañaría que comprasen empresas pequeñas pero punteras y que nos terminase imponiendo su M en el día a día de la red social. Google anunció para este año Google Suite, versión inteligente de sus habituales herramientas, y va a promocionar Home con fuerza. Se espera que empiecen a circular comercialmente los uber autónomos con tecnología de Tesla. Y ya veremos qué pasa con Amazon y sus drones… Los otros drones, los militares, ya funcionan con terrible eficacia sin más que una leve supervisión humana.

¿Qué me estás contando?

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Captura de uno de los tuits de Microsoft Tay

Uno de los grandes WTF del 2016 fue cuando Microsoft puso en marcha Tay, un bot conversacional en Twitter cuya base de conocimiento se construyó a partir de conversaciones de personas reales de 18 a 35 años. Empezó a interactuar con los usuarios que le escribían y, claro, lo empezaron a “maleducar” para que soltase burradas antisemitas y racistas, lo que provocó que fuese quitado de línea sólo 24 horas de su puesta en marcha. El equipo de Microsoft se quejó amargamente de la mala fe de los usuarios que habían abusado de su IA, pero el hecho da qué pensar, sobre todo acerca de nuestro propio comportamiento en redes sociales.

Colección de prototipos de Boston Dynamics, la empresa de robótica de Google. ¿De verdad es necesario enseñar a los robots a base de patadas? ¿Y os parece buen karma?

Para terminar, dejo aquí enlace a una página que recoge numerosos proyectos de IA de todo el mundo aplicados a las tareas más diversas porque estoy convencido de que el avance tecnológico más importante será el que ahora mismo ni sospechamos.

https://ayearofai.com/