publicidad y felicidad

“Ya ves, empieza uno hablando de la felicidad y acaba largando de cualquier cosa, porque se ha convertido en una marca blanca de precio bajo fabricada en China.”

Así fue como, después de leer esta gran frase de Alfonso Alcántara en su blog escrito en 2007 (y que yo leí hace unos meses), comencé a pensar…¿consumimos felicidad de marca blanca fabricada en China? 

Barata, aquella elaborada con materiales de baja calidad, la felicidad que ya no necesita invertir en publicidad.

La respuesta es sí. Se trata de una tendencia mundial.

felicidad grafico*Google Trends. Búsqueda “felicidad”, a nivel mundial desde 2004

De hecho, ya en 2014 ZenithOptimedia publicó un estudio sobre la importancia de felicidad para que las marcas sean significativas para el consumidor. En concreto, llega a conclusiones como que para los Millenials son fundamentales las marcas que les ayudan a conseguir dicha felicidad.

Pero el problema es que la felicidad se ha convertido en la llave de cambio como excusa de venta en cualquier campaña publicitaria. Da igual que la marca sea McDonalds y que su comida no sea recomendable para la salud.

Sobre todo cuando vemos más y más startup que se dedican a hacer “tazas molonas” o si sabemos que en los libros más vendidos de España siempre hay alguno con la fórmula mágica para ser feliz. Por cierto, #FelizDiaDeLaMujer

Y eso es lo que devalúa una emoción tan potente como la felicidad: el hecho de que haya perdido la calidad que la caracteriza; creyendo que la podremos encontrar en todo siendo nuestra máxima en la vida.

Se nos olvida el mensaje que nos dejó la ganadora al Óscar de animación “Del Revés”: necesitamos todas nuestras emociones y trabajar con ellas, sin olvidar que la tristeza también existe y que es tan necesaria como la alegría para poder crecer.

Así que dejemos de “destapar la felicidad” porque es mucho más compleja que leer frases inspiradoras y tiene mucho más trabajo que el simple hecho de pensar en positivo.
La felicidad se construye, se practica y necesita de mucho entrenamiento. Ni se destapa ni se consigue comprando 3 unidades por el precio de 1. Va más allá.

la-llave-de-la-felicidad

Este lado oscuro del tráfico de felicidad que se vende es el que no ayuda a esas personas que quieren bienestar y una vida de autorrealización. Precisamente las personas más felices aprenden a no tener apegos materiales y a vivir con poco mientras que el consumismo nos dicta todo lo contrario.

Al final, poco entendemos de felicidad si pensamos que está ahí fuera y hay que lanzarse a conseguirla. Prueba de ello es el estudio realizado por YouGov en el que se dice que “hay cuatro mandarines optimistas por cada sueco contento”. Parece mentira que precisamente aquellos que viven bajo un régimen autoritario sean los más felices del planeta.

happiness
*Imagen de Positive Sharing