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En muchas reuniones internas y con clientes me sorprendo canturreando mentalmente el estribillo de la canción de ‘Los Ronaldos’ Por las noches. «Y por las noches haremos lo de siempre. Porque nos gusta y porque nos divierte», en bucle hasta que me toca opinar o se acaba el encuentro. Casi siempre que alguien comienza a hablar de los Likes, empieza a sonar.

Está muy bien que a los directores de marketing o directores de agencia ya no tengamos que explicarles el poder de los Me Gusta para sus marcas o empresas en las redes sociales. Saben que cuentan más allá de unidad de medida para la competencia y que su ‘poder viral’ hace que el mensaje, sea cual sea, llegue ‘gratis’ a más personas. Sí, esas son las palabras directas con las que asienten. Sólo resta recapacitar un poco sobre los motivos y uno de ellos es la diversión. Pura, general, para freaks, para jóvenes, de carcajadas, de sonrisa, de vídeo, de meme o de aplicación… casi da igual.

La verdad es que muchos matarían por haber creado un ‘Ola K Ase’ vinculado a su marca, casi independientemente del mensaje final. Y la verdad es que en muchas ocasiones los que planteamos estrategias para las marcas vivimos enterrados en una columna de palabras para describir la ‘personalidad’ o los ‘valores’ de un queso fresco o unos cereales. Pretendemos que lo refleje todo, que quede claro y que sea el centro del mensaje. Y también online, donde los clientes nos dedican aún menos tiempo, tanto para decidir su click como para entender un mensaje comercial que estamos entrenados para descartar cada vez que navegamos o entramos en una red social. Nos empeñamos en ello porque está en el ‘brief’, porque así nos lo ha dejado caer el cliente o porque es la clave de su producto. ¿Y de sus clientes?

Es cuando suelo leer con atención la documentación que me entregan para alguna tarea: cómo son los clientes, cómo es el público al que va dirigido, qué hace, qué le gusta, qué intereses tiene o cómo decide. Cómo piensa, en definitiva, y así intento llegar al ‘qué le divierte’ porque es una de las teclas que más me gusta tocar. Porque es difícil de ‘vender’ y aún más difícil de ejecutar. Y los que trabajamos en redes sociales nos gustan demasiado los retos 😉

Nadie puede negar que parte del día a día de su vida es muy aburrida. Las caras del Metro o del bus nos delatan, al ir y al volver. No todos los trabajadores están en un equipo donde se hacen bromas, se comparten sonrisas y se habla de las pequeñas cosas que nos apasionan o nos sacan una sonrisa. Sin embargo, en las redes sociales las motivaciones en muchas ocasiones están dirigidas por la diversión. Por lo que sea, porque somos más nosotros mismos o porque lo hacemos con gente afín, nuestros amigos o compañeros. Y durante el trabajo echar un vistazo al Facebook nos da un minuto de aire necesario, un minuto divertido que permite que sigamos dándole a la tecla, a la rutina. Yo suelo practicar el #oídoenlaofi en Twitter, porque a veces estamos racionalmente locos.

Por eso la diversión es una de mis metas cuando planteo estrategias (sí, como estrategia) en redes sociales o tácticas de marketing para marcas, empresas u organizaciones. Porque el objetivo son los clientes, las personas. Y nos encanta divertirnos, compartir aquello que nos parece divertido y no nos importa que las marcas nos ayuden a ello. Ya sabemos que el objetivo es vender más, convencernos de algo sin dejar todo claro o que conozcamos su producto. Pero siempre solemos dar unos segundos más de margen para decidir si nos sacan una sonrisa que nos ayude a ser más felices.

Lo difícil es encajar los deseos de la marca con algo divertido cuyos objetivos sean de marketing. Pero se puede si estamos dispuestos a probar, con atrevimiento y poniéndonos al nivel de nuestros clientes, siendo más ‘de la calle’ y saliendo algo de los despachos y las reuniones. Por eso me gusta probar los productos y conocer su esencia más divertida. Prefiero un concepto divertido para redes sociales que el concepto ‘mola’.

Y sacar conceptos divertidos de los anuncios de la tele, darle una vuelta al mensaje. Por ejemplo, sería divertido seguir más cosas que hubiera hecho el viejo aventurero de Ikea y poderle acompañar con su silla, proponerle retos u otros lugares donde divertirse en cualquier lado. Es divertido empezar algo nuevo por el mundo, aquellas pequeñas cosas para disfrutar. Y dejar de dar de comer a las palomas del parque 😉

Ahora, cada vez más veo diversión y valentía en marketing, pese a que algunos puedan decir que son ‘chorradas’ de las redes sociales. Diversión es ver a a Lory Money ‘vender’ 100 Montaditos en sus restaurantes, animar al Manchester United vía Hangout y verte en las pantallas a pie de campo o conducir un Mini por los túneles del Metro de Madrid.

Divertir a la gente y lanzar un mensaje comercial es cuando vemos transformado el paisaje urbano con ‘publicidad ambiental’ o tener la ocurrencia de pensar en qué hubiera sido de Arnold Schwarzenegger, para una cámara oculta, si no hubiera sido actor. Divertirse como marca es jugar con tu producto más si cabe que como lo hacen tus usuarios con las galletas Oreo, proponer concursos de manualidades y retos originales diarios en un blog para tus tijeras o incluso soñar con que provocar un problema en tu producto puede hacer surgir el amor. O directamente regalarlo solo a aquellos que estén enamorados, haciendo una fiesta con tu producto. Bueno, si no eres tan romántico quizá quieras probar lo de ‘echar un pinchito’ a ese o esa de la agencia tal que has visto el otro día. De momento, creo que virtual 😉

Bueno, también hay quien se ‘divierte’ buscando pruebas de conspiraciones contra el medio ambiente, sean o no ciertas, como los ‘chemtrails’ y si hay una buena idea de aplicación para ayudarles, seguro que ayuda al objetivo de la organización. Esa app, que se ha llevado numerosos premios, ha funcionado para fraguar la estrategia. Es de pago y alerta al gobierno USA de lo que ocurre en los cielos, Su nombre, SkyderAlert, os invito a conocerla.

Pero este no era un post para hacer un resumen de casos, ya que es más bonito que nos contéis con qué os habéis divertido últimamente y, en el fondo, había una marca detrás. Espero haberos sacaros alguna sonrisa. Yo he cumplido mi objetivo, ya que me divierte escribir. Contar cosas, compartir ideas. Y claro, leer vuestros comentarios sobre lo que nos divierte. O sobre lo que queráis.

@ramosdenaranjo