La publicidad siempre se ha fijado en aquellos personajes relevantes que pudieran inclinar la balanza del consumidor a la hora de elegir un producto u otro.

Desde siempre este tipo de personajes tenían algo en común y era que eran famosos por algo, por destacar en alguna modalidad deportiva, por ser un famoso actor o actriz o por ser un cantante afamado. Al principio también se escogían personajes que ya habían llegado al Olimpo de la Fama y difícilmente ya podrían bajar de allí, personajes a los que nadie negaba sus cualidades y sus méritos por haber llegado ahí.

Estos personajes eran prescriptores de productos, lo que valía de ellos era su imagen pública y su fama, la verdad es que daba lo mismo poner a uno que a otro, la finalidad era conseguir notoriedad a través de estas figuras.

Y la verdad es que esta fórmula sigue funcionando muy bien, mensajes al consumidor de forma unidireccional a través de celebrities impactando una y otra vez al consumidor.

Más tarde a este tipo de prescriptores se les unieron los que conseguían una fama más temporal, eran los cantantes de la canción del momento, la actriz de la serie que triunfaba o el futbolista en gracia pero con eso en común, su fama tenía fecha de caducidad. Incluso la cosa se fue degradando y la elección de estos personajes incluso daba de qué hablar porque sinceramente algunos de ellos daban como resultado spots y mensajes publicitarios de dudoso gusto o incluso eran tema de conversación, quizás esta era la estrategia marcada…..

Pero en fin, seguíamos y seguimos con mensajes de forma unidireccional para el consumidor, impactos y más impactos, GRP´S a diestro y siniestro.

La revolución en las comunicaciones, la llegada de internet, el auge de las redes sociales ha hecho que hoy en día tengamos una sobresaturación de información y por ejemplo si queremos adquirir un producto tenemos información de todo tipo y creado por las diferentes marcas, haciendo cada vez más complicada la elección final. O si queremos consultar qué película podríamos ir a ver al cine esta semana tenemos trailers e información que a veces nos hacen muy difícil esa elección.

Y es por este motivo por la que estos prescriptores de los que hablábamos antes se están sustituyendo por otro tipo de prescriptores que a diferencia de los anteriores están empezando a tener una comunicación bidireccional con el consumidor inclinando la balanza de la compra de un producto en un sentido o en otro. A estos nuevos prescriptores les hemos llamado influencers, influenciadores que ya no sólo se limitan a mandar un mensaje sino que este mensaje va argumentado a través muchas veces de sus conocimientos en la materia.

Los influencers han nacido, crecido y se han desarrollado en tiempo récord, la efectividad que han demostrado sus mensajes han abierto los ojos a los anunciantes y a los publicitarios y han pasado a formar parte de cualquier estrategia publicitaria que se precie siendo ya fundamentales en cualquier estrategia digital.

El uso de estos influencers en el branded content también es sobresaliente; post, videos, encuentros de blogueros, tutoriales, etc, son algunas de las fórmulas a tener en cuenta en esta estrategia de marketing de contenidos, incluso podemos afirmar que en ya muchas ocasiones el uso de influencers ha sido fundamental a la hora de conseguir objetivos en una campaña.

Blogueros, youtuberos e incluso celebrities que se amoldan a estos parámetros son el furor de la redes sociales.

Ya no hay anunciante de por ejemplo moda, belleza, vida sana que no se apoye en uno o varios blogs encabezados por uno de estos personajes relevantes.

En el Reino Unido la influencia de los Youtubers es tan grande que están intentando regularizar su actividad publicitaria y van a tener que dejar claro cuando un video es un encargo publicitario pagado y se ha creado una guía en donde se deja claro que habrá que informar si ese contenido se trata de un anuncio antes de comenzar.

En España tenemos un caso muy significativo en los youtuberos Rubius con más de 13 millones de suscriptores y Mangel con más de 4 millones en sus respectivos canales, sin lugar a dudas una audiencia muy golosa muy superior por ejemplo a cualquier programa de televisión y que fue muy bien aprovechada por Sony Pictures España y “La otra película” para conseguir suscriptores para su canal de Youtube que en 48 horas pasó de tener de 25.000 a 245.000 suscriptores tal y como nos contaba Pepe Ramírez director de Marketing en el Foro We Love Branded Content del pasado abril. En estos momentos el canal tiene 570.000 suscriptores.

Por cierto, el próximo Foro @WeLoveBrandedC lo vamos a dedicar precisamente a los influencers, ya os contaremos la fecha e invitados.

Y algunas celebrities no se han quedado atrás y aprovechando este tirón y la audiencia social que crean a su alrededor han sabido sacarle jugo a sus conocimientos y de paso lo han monetizado.

Porque sí, y hay que decirlo, ahora lo que atrae a las marcas en el mundo digital ya no es tanto el nivel de fama que pueda tener un personaje sino la audiencia social que arrastra, es decir, lo que están comprando las marcas es la audiencia, el número de seguidores que un influencer pueda tener así que, ¡vamos chicos!, a conseguir amigos, a conseguir follows o a conseguir suscriptores, ¡que los pagan a precio de oro!

@jaimelopezamor

@WeLoveBrandedC