Cuando planteamos una campaña para dar a conocer cualquier proyecto de consumo cultural (películas, series, libros, discos, etc.), obviamente, queremos vender-lo de la mejor manera. Pero cuidado, generar demasiada expectativa y no cumplir-la se puede girar en nuestra contra.

Hoy en día, la cantidad de contenido que se genera en todo el mundo es apabullante. Cuando vamos a lanzar un proyecto nuevo queremos ir con todo. Necesitamos destacar como sea, que nos presten un poco de atención en medio de tanto ruido. Y corremos el riesgo de dejarnos llevar, intentando aparentar ser algo que no somos. Para poner un ejemplo tonto, es como si te pones la foto de otra persona en Tinder, quizás consigas muchos mas match, pero después te va a costar mucho que tus citas no se decepcionen en persona.

El año pasado, el festival de música Primavera Sound, hizo una campaña que se volvió viral y consiguió arrasar con la venta de entradas en muy pocos días. El vídeo promocional mostraba supuestas personas anónimas con reacciones espontáneas al conocer el cartel del festival. Las reacciones eran tan fuertes que todo el mundo empezó a especular quienes podrían ser los cabezas de cartel de tal mayúscula contratación. Cada uno tenia en mente ese grupo favorito que todavía no ha tocado en España o ese mito a punto de retirar-se. La gente colapsó el servidor de la web temerosos de quedar-se sin su preciada entrada. Y se compró palomitas para ver el tradicional vídeo en el que el festival anuncia su cartel. ¿Pero que sucedió? Decepción generalizada. La realidad nunca podía llegar a complacer el vacío que había llenado la imaginación.

En el audiovisual, las productoras enseguida se lanzan a hacer el remake, la adaptación, la pre cuela, etc. Cuando de basas en algo que ya existe, el ruido está asegurado y la masa de fans hará correr la voz. Pero al mismo tiempo es muy arriesgado, en seguida puedes decepcionar. Las de Star Wars nunca van a ser como las primeras, aunque las calques, las nuevas de Alien es muy difícil que cumplan la expectativa y, para muchos, Twin Peaks sigue siendo una serie de los noventa. En términos económicos normalmente acostumbran a ser muy lucrativas igualmente, por lo que los productores prefieren secar el manantial Marvel antes de que pase la moda de los super heroes.

Todos estaremos de acuerdo en que generar expectativa es bueno y sobretodo a corto plazo. Que es preferible decepcionar a directamente no existir. Pero se debe ser muy cuidadoso con la imagen que se proyecta del producto, lo que transmite al espectador. Mostrar muy bien el tono, el universo narrativo, la realidad sobre lo que se va a encontrar. Si consigues encontrar este equilibrio los clientes satisfechos van a ser tu mejor campaña.