El productor italiano, que tiene ahora mismo en España dos películas en cartelera, está importando con éxito este fenómeno en nuestro país

¿Te encantaría volver a ver en el cine una de tus películas preferidas? Sí, la has visto un millón de veces, pero nada comparable a disfrutar de ella en la gran pantalla, con el correspondiente y obligatorio bol de palomitas, sumergido en tu butaca y con el sonido a un volumen que en tu casa no te podrías permitir. Pues esta posibilidad no sólo existe sino que además es más barata que ir al cine a ver uno de los últimos estrenos. Películas a la carta para ver en la gran pantalla, se trata del crowdticketing, un fenómeno bastante asentado en los Estados Unidos pero desconocido en España, que está desembarcando ya en nuestro país de la mano de Carlo D´Ursi.

Actor, productor, emprendedor, empresario y acomodador si hace falta, Carlo D´Ursi es, ante todo, un amante del cine (y amigo de sus amigos, que parece ser una frase obligatoria para las bios online). Interpretó su primer papel con tan sólo 9 años y desde entonces ha seguido ligado al “mundillo” de una u otra manera. Italiano de nacimiento, aspecto y acento, un erasmus inesperado le trajo a España hace ya muchos años (no tantos, que aquí somos todos jovencísimos y punto), un viaje inesperado con un desenlace más inesperado aún: la creación de su propia productora, Potenza Producciones, hace ya 14 años.

Potenza puede presumir de tener en este momento en cartelera dos películas:

–          La Memoria del Agua, con Elena Anaya y Benjamín Vicuña como protagonistas y bajo la dirección de Matías Bize, aclamado director chileno recientemente ganador de un Goya. En cines desde el 5 de agosto.

–          Hielo, un thriller de Ciencia Ficción con Ivana Baquero como protagonista que, como bien sabéis, es toda una especialista del género. En cines desde el 12 de agosto.

Sin embargo, no he secuestrado a Carlo para que nos hable de sus películas ni de sus libros, al más puro estilo de Francisco Umbral, sino para preguntarle sobre el Crowdticketing y sobre VeoBeo, la plataforma que puso en marcha para hacer posible este proyecto. Él se ha dejado secuestrar con buena cara, con la misma con lo que hace todo, y ha respondido con mimo y con paciencia estas preguntas para Innovación Audiovisual de un tema que espero que os genere tanta curiosidad como a mí.

Veo- veo. Eso suena a juego infantil…

En cierto modo, sí es un juego. Para mí todo negocio debe tener una parte lúdica, que me divierta, me implique, me inquiete…  VeoBeo fue y es una aventura trepidante para mí. Estoy jugando, sí, pero a innovar.

¿Y cuáles son las normas de este juego llamado crowdticketing?

Consiste en dar el poder al espectador, intentar que pueda ver en pantalla grande ver todo aquello que desee, sean películas de estreno o inéditas, documentales de altísima calidad o, incluso, series en un futuro. Es una plataforma pensada para los amantes del cine, en sentido artístico pero también en sentido físico, de las salas.

VeoBeo es una plataforma de crowdticketing para proyectar películas en cines. En un clic puede empezar el juego. Entras en la página, escoges lo que quieres ver de un catálogo que no para de crecer, decides hora y lugar y compras la entrada. Ya se ha creado tu evento, si a través de la web o de las redes sociales, se consigue un grupo de 20 personas, deseo concedido: todos vosotros veréis la película escogida, en ese lugar y a esa hora, y a un precio mucho menor que el de una entrada normal. También puedes entrar en la página y apuntarte a un evento ya creado por otro usuario.

¿Cómo surgió la idea? Imagino que los primeros pasos no serían fáciles, cambiar las reglas de juego suele asustar a los implicados

¡Mamma Mía! Ni te imaginas- En un mercado agonizante como el de la exhibición cinematográfica es prácticamente imposible aportar innovaciones. Los empresarios están muy asustados, sobreviven de milagro y están sujetos a unas reglas bastante rígidas de parte de las majors. Todo ocurrió durante el Festival de Cannes de 2012. Más allá de las alfombras rojas, Cannes es un mercado muy interesante, donde experiencias distintas confluyen en foros de coproducción, conferencias etc. Durante una de ellas, descubrí a una empresa de EEUU y otra de Holanda que habían creado una plataforma de crowdticketing art house. A día de hoy, la americana vende más de un millón de entradas al año. La Holandesa corrió peor suerte, cerró por falta de financiación en su segunda ronda de inversores.

Por tanto, no puedo decir que me inventé Veobeo, pero tampoco es el mismo sistema que el de los americanos, ya que desgraciadamente el modelo yankee en Europa no funciona, como demostraron y sufrieron en sus propias carnes los compañeros de los Países Bajos.

Y siendo claros… ¿Funciona? ¿Es rentable?

La tendencia muestra que alcanzaremos el break even en dos años, cuando hayamos alcanzado un número de salas suficientes como para poder cubrir el territorio nacional. Y, además, yo creo que en este sector, como en otros de new economy, habrá mucho movimiento en cuanto a fusiones/adquisiciones con la competencia, que yo considero más bien compañeros de viaje. Estamos creando un nuevo público, fiel a un catálogo independiente y con una segmentación muy definida. Nuestra prioridad en este momento es dar a nuestros Veobeistas la mejor experiencia posible. Tras un año “beta”, con el nuevo curso mejoraremos la experiencia del usuario “gamificando” el proceso de compra y haciendo que el cliente pueda ser prácticamente el programador de una sala de cine. En este momento, podría decirte de corazón: aún es pronto, pero confío en que sí, funcionará, será rentable y hará felices a muchos cinéfilos.

¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?

El futuro pasa por tener una red de cines muy amplia para ofrecer a todas las poblaciones de España, sobre todo aquellas que han perdido salas comerciales, una alternativa cultural. La sequía de propuestas culturales en gran parte del estado español fuera de las capitales es muy grave. Dejar una población sin oferta cultural, y la cinematografía es una de las grandes, es una ataque directo al desarrollo del territorio. Veobeo no pretende revertir una situación grave que se ha venido dando en los últimos años en España, pero considero que hay que hacer una profunda reflexión sobre la importancia del patrimonio inmaterial de nuestro país, su conservación y desarrollo, así como del fomento de la creación nacional. En esto quizás deberíamos aprender todos de algunas autonomías que hacen una gran labor de protección y fomento cultural.

Entreveo una rendija de idealismo en todo eso.

Que va, todo lo contrario, es pragmatismo. Por un lado, la cultura es un motor de desarrollo económico indudable, la aportación del cine a las arcas del estado es altísima en impuestos directos e indirectos, alrededor de 3 veces por encima de lo que aporta el estado en subvenciones. Y, por el otro lado, un estado culturalmente desarrollado es un estado que tiene futuro, pues sabrá innovar y adaptares al cambio. Los agentes culturales no somos unos ascetas separados del mundo real sino todo lo contrario, pues la labor de observación tiene que ser exhaustiva para conseguir representar un reflejo fidedigno de la sociedad y de sus inquietudes.

Más allá de Veobeo, tienes en cartelera dos películas en este momento de las que eres productor (“La Memoria del Agua”, con Elena Anaya y Benjamín Vicuña y “Hielo” con Ivana Baquero) y en abril estrenaste “La Punta del Iceberg” junto a Maribel Verdú, pero en ese caso como actor. ¿Con qué Carlo nos quedamos, con el productor, el actor, el emprendedor?

Me gusta emprender y enfrentarme a nuevas experiencias. El actor empezó con 9 años y hasta hoy, tras pasar por series de tv, películas y teatro. El emprendedor con 14, cuando empecé mi primer negocio de compra venta de motos. Mi madre me compró una, a la semana la había vendido y había comprado dos con ese dinero. El productor surgió mientras estudiaba interpretación en Madrid. Conocí a una chica en una fiesta que había hecho un MBA de producción cinematográfica, me interesó mucho pero al rato me había olvidado de ello…  una fiesta con 22 años no es para hablar de MBA’s. Cuando nos fuimos la acompañé al metro y mientras se estaban cerrando las puertas del vagón me acordé de que no tenía su contacto. Me lo deletreó detrás del cristal de la puerta, era ….@hotmail.com… ¿existe todavía hotmail?. El máster era carísimo para mis bolsillos de estudiante de arte dramático recién emancipado, así que me presenté a un casting de Nestle para ser hombre Cappuccino, lo de “cuando arrivo a casa”, ¿os acordáis?, y me fuí de gira por toda España de promoción. Reuní el dinero suficiente y conseguí entrar en el máster, de allí unas prácticas en El Deseo –de los hermanos Almodóvar- y de allí seguí aprendiendo hasta que, en 2004, abrí Potenza Producciones en España y otra productora en Italia.

¿Con que Carlo quedarte? Con todos ellos, con una persona inquieta que espera cada día refrendar su compromiso con la cultura española.