Con cierta frecuencia me encuentro con planes de redes sociales que no incluyen Facebook. Podrían tener sentido si su objetivo fueran solo adolescentes pero no suele ser el caso. Se trata normalmente de proyectos que se dirigen a públicos amplios y sin embargo centran su estrategia sobre todo en Instagram y un poco en Twitter. Las principales razones para no contemplar Facebook suelen ser que “no mola” y que “ya no la usa nadie”. Aunque en ambas hay una base de realidad – no es lo más cool del universo y la gente la usa menos que hace unos años- los de Facebook siguen siendo los putos amos así que más nos vale tenerlos en cuenta si queremos hacer campañas eficaces.

Lo de molar o no es algo bastante subjetivo pero es cierto que las brechas de seguridad, los escándalos de manipulación política o las comparecencias de Zuckerberg le han generado una crisis reputacional enorme de la que aún no se ha recuperado. Forzado por las circunstancias está trabajando en ser más transparente y está contratando Policy Managers por todo el mundo para mejorar su relación con los grupos de interés a los que les afecta lo que hacen, es decir, todos: políticos, empresas, ONGs, el sector académico… Pero si lo de no incluir Facebook en las campañas fuera por objeción de conciencia entonces tampoco incluirían Instagram así que cuando dicen que “no mola” igual quieren decir que no nos gusta a nosotros, a los que trabajamos en el sector, que somos muy modernos y enseguida todo se nos queda viejo. Pero, salvo que nos dirijamos solo a profesionales de la comunicación, no olvidemos Facebook.

Lo de que “ya no lo usa nadie” no es nada subjetivo, es mentira. Tiene 25 millones de usuarios en España, más de la mitad del país. Por mucho que pasen menos tiempo en la plataforma, ¿cómo vamos a desestimar un lugar tan concurrido? Es como si para enseñar tu producto solo te paseas por la calle Fuencarral y pasas de la Gran Vía porque es de viejos. Los datos que presenta Facebook cada año son espectaculares y ya les gustaría a muchas empresas estar muertas o estancadas así: 21.000 millones de ingresos en el último trimestre de 2019, 4.000 más que en el anterior. “Es por Instagram” dirán alguno y sí, según Bloomberg Instagram es responsable de una cuarta parte de los ingresos de la compañía, pero aun así quedarían casi 16.000 millones.

Actualmente Facebook aporta algo más del 25% del tráfico a los medios. Y según registra Parse.ly, que monitoriza centenares de publicaciones, su alcance ha subido en el último año. Habrá algunos que piensen que Facebook falsea sus datos pero lo cierto es que cuando posteamos allí, ocurren cosas. Hay, clics, reacciones, comentarios y si las marcas siguen invirtiendo es porque también hay compras. O votos.

Trump gastó el año pasado 20 millones de dólares en anuncios de Facebook. Mike Bloomberg ha gastado un millón de dólares al día durante las dos últimas semanas. No lo hacen porque le deban ningún favor a Zuckerberg, seguramente a muchos de los candidatos les encantaría no tener que invertir en Facebook, pero saben que es una herramienta muy poderosa. Saben que hay mucha gente al otro lado. Es la plataforma que les da cobertura y segmentación. Segmentación que ha llevado a Trump a publicar más de 200.000 anuncios en un año.

Los números de Facebook ya no son lo que eran, es cierto, pero siguen siendo números muy relevantes. El último fenómeno televisivo en España, La Isla de las Tentaciones, ha permanecido en antena un mes. En ese tiempo ha acumulado casi 600.000 seguidores en Instagram. Espectacular. Pero en Facebook, en donde ya parece casi imposible crecer y el reto es más bien no caer,  ha sumado 70.000 fans. El 40% de ellos son mayores de 35 años. Seguro que muchos son distintos a los de Instagram en donde el 40% son menores de 25 años. Seguro también que hace cinco años esos 70.000 de Facebook hubiesen sido cientos de miles, pero no por eso dejan de tener valor. Sin esa cuenta muchos de ellos no hubieran llegado a formar parte de la comunidad digital de La Isla. Los habríamos perdido solo por no estar donde ellos siguen estando.

Foto: justplay1412 (Shutterstock)

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