Hollywood

Cuando Gertrude Stein regresó a Nueva York, después de una breve estancia en Hollywood, alguien le preguntó:

¿Cómo es aquello?

A lo cual, sin pensarlo dos veces, la sabia señora repuso.

Aquello no es

“Traigan los caballos vacíos”, David Niven

Este libro del clásico galán del cine clásico de Hollywood es una divertidísima lectura acerca de aquel Hollywood que le tocó vivir, rodeado de Bogie (Humphery Bogart), Errol Flynn, Cary Grant o Rita Hayworth. La era dorada de una industria que trabajaba a destajo para rellenar el programa de los cines dos veces por semana y que estaba formado por un noticiario, una película de dibujos animados, un “corto”, la primera película y la segunda película.

“Gracias a ello, Hollywood prosperaba, y la Metro Goldwyn-Mayer, uno de los siete estudios importantes, podía alardear de producir una película semanal”.

En los años 50 irrumpe la televisión, que se mantiene como reina de la casa con muy muy pocos cambios hasta nuestros días.

Últimamente los fans del hype estamos de enhorabuena con anuncios apocalípticos relacionados con el fin de una era, la muerte de la tele, la inversión de la tele clásica en formatos nuevos muy poco teles y así.

Este post pretende defender a la tele, no como electrodoméstico enchufado en el salón, sino como el gran generador de contenidos que saldrá victorioso en su lucha contra el internet. ¿He dicho ya que soy muy fan de los hype?

Muchos son los artículos que defienden estos días que la tele está muerta frente al gigante on line Netflix.

Escuché a Javier Bardají, director general de A3Media en una mesa redonda sobre Netflix, decir que para ellos el servicio creado por Reed Hasting era un cliente al que acababan de vender 2 millones de euros en contenido de librería de Antena3.

Es una la característica de la tele, quizás, la más deseada por aquellos que también venden contenidos: puede vender, vender y vender el mismo contenido una y otra vez. En EEUU nos encontramos con CBS, vendiendo a los Netflix, Verizon FiOS y otras plataformas 250M $ en contenido de librería. El mismo precio aproximado que pagan a Fox.

Dentro de la literatura hype sobre el fin de la tele están aquellos que señalan a Youtube y las estrellas de la red social con más de 1000 millones de usuarios mensuales como el nuevo camino hacia la confección de contenidos dirigidos a los más jóvenes.

Pero lo cierto es que el viaje parece sólo de ida si pensamos que Youtube, como empresa 100% digital, es gratuita para el usuario. El modelo de suscripción que anuncian desde hace años permitiría seguir los video sin anuncios… pero no parece que Susan Wojcicki lo vaya a tener fácil con el proyecto. Youtube es un modelo de negocio basado en la publicidad y sobre todo, su negocio no se basa en la recomendación. Variety lo cuenta muy bien aquí.

¿Es este el viaje que tiene que hacer la televisión?

Michael Wolff ha escrito “Television is the new televisión. The unexpected triumph of old media in the digital age”. Puedes leer una columna de opinión aquí.  Y yo le he he robado el título del artículo y algunas cosas más:

Wolff intenta advertir del canto de sirena que proviene de las empresas digitales y el descalabro que puede suponer para las clásicas entrar en el juego. En su ejemplo cuenta cómo Marissa Meyer intenta hacer de Yahoo lo más parecido a un magazine en papel, consiguiendo por el camino esa publicidad de gama alta que se le resiste a los medios on line. Y que siguen atesorando las grandes cabeceras de papel.

El autor defiende que la tarificación publicitaria del on line, basada en páginas vistas e impulsadas a través de (oscuros) algoritmos en los buscadores, ha sido lo que ha ofrecido datos espectaculares a cabeceras como Buzzfeed… Pero también hecho caer los rating de inversión. Mientras, las marcas que invierten más dinero arropando a contenido Premium buscan otros medios lejos de los nativos digitales. Ese quizás es el gran descubrimiento que ha hecho el New York Times y su política de video on line, para gran alegría de los seguidores de tendencias.

“No incidentally in the publishing business the promotion people was the lowest paid; in the digital media business this same function, now needing CS/engineering/math degrees, is the highest paid. It’s the leadership job”

Michael Wolff “Television is the new televisión. The unexpected triumph of old media in the digital age”,

Dentro de la información hype siempre es muy recurrente el enfrentamiento entre las empresas tecnológicas y las de contenidos. Wolff cita también a Steve Jobs:

“It isn’t really computing that rescues Apple from its 1990s decline when Steve Jobs returns to run the company; it’s entertainment (first its music) (…) and then, it makes portable screens ubiquitous”.

Vuelvo a Netflix y recuerdo otros de los grandes hypes de la literatura periodística hoy: Netflix se cargará a la televisión.

A mi modo de ver Netflix es televisión. Su consumo es pasivo. Lejos de otras plataformas digitales, ha conseguido hacer un negocio a través del pago por subscripción. Para consolidarse y dejar de pagar ese dineral a las otras distribuidoras, ha conseguido poner en marcha una línea de producción propia de gran éxito. No es social. Y no ofrece contenido generado por el usuario.

De hecho, ha actuado de espita para los movimientos en la industria que veremos estos días.

¿Cómo es aquello?

Aquello no es.

Imagen Tom Benson

@be_wag