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¿Qué te parecería si una marca como Nike colgara en su web fotos de sus clientas en ropa interior para demostrarte como su cuerpo va transformándose tras usar sus productos? ¿Existe en realidad alguna marca que pueda hacerlo? Probablemente sería acusada de machista, sexista y sería un escándalo de consecuencias importantes.

¿Y si las colgaran sus clientas de manera voluntaria y sin cobrar por ello?

Pero existe una marca si, se llama Kayla Itsines. Se trata del nombre de una chica australiana que da nombre a su propia marca que ha conseguido tener una comunidad de seguidoras tan fieles como para que suban fotos en ropa interior mostrando sus cuerpos  (antes) y las mejoras en el mismo (después) tras pasar por el programa de entrenamientos que propone. Tienen hasta un espacio en la propia web de Kayla que se llama “Transformations” http://www.kaylaitsines.com/blogs/news/tagged/transformations

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Había oído hablar de Kayla Istines, pero no conocía en detalle su programa y sobre todo no entendía bien los secretos del éxito de una chica algo flacucha que a primera vista no cumple los patrones de los influencers de internet: Kayla no publica fotos provocativas, no la vemos en fiestas, no sale con famosos, apenas la vemos con otra ropa no sea deportiva. Lo más sorprendente es que ni siquiera su App llega a las 4 estrellas en las tiendas de Apps  y la mayoría de los comentarios se quejan del alto precio de su programa, pero nada de eso parece pararla.

Para quienes no hayan oído hablar de ella, Kayla Itsines ha sido nombrada recientemente por la revista Time como una de las 30 personas más influyentes de internet. Con menos de 25 años esta australiana de origen griego, ha revolucionado internet y las redes sociales con su propuesta de entrenamientos personales BBG (Bikini Body Guides). Su App Sweat with kayla es la número 1 en descargas en la sección de Salud y fitness y su comunidad de seguidores supera los 7 millones en Facebook y los 5 millones en Instagram y Twitter. Su programa, es un programa de entrenamientos personales de 28 minutos al día, plan de comidas y estilo de vida. Lo curioso es que el programa cuesta unos 20 € al mes sin ser personalizado, para hacer en casa y sin poder tener correcciones en vivo con un entrenador como podrías tener en un gimnasio.

En realidad, nada que no hayamos visto antes en otros programas de entrenamientos que además son mucho más personalizados gracias a pulseras que miden tu actividad física particular como Fitbit, Garmin o Jawbone.

¿Cuál es entonces el secreto de su éxito? Como ella misma dice, parte de su éxito se debe probablemente a que se hizo famosa sin saber que era famosa, su crecimiento fue un claro ejemplo de desarrollo orgánico gracias a su contenido relevante y sus mensajes claros.   Kayla empezó a publicar fotos de sus entrenamientos en Instagram y gracias a su novio se lanzó a desarrollar el programa (luego App) para mujeres más famoso del mundo.

Uno de los principales logros de este programa de entrenamiento es que ha crecido por la propia prescripción de usuarias y por la comunidad de seguidoras que tiene.

Porque Kayla es una marca que ha entendido lo que significa que “ceder el poder a los consumidores” del que hablan todas las marcas, es algo más que dejarles añadir comentarios en sus redes sociales y contestarles.

La comunidad de seguidoras de Kayla siente que forma parte de algo más grande, que tienen algo en común que han decidido ellas con gente que quiere las mimas cosas. Kayla no es una famosa que ha aprovechado su fama para lanzar sus productos, Kayla es una chica normal como cualquiera de ellas que con trabajo y simpatía ha ido creciendo poco a poco. Y no aprovecha su fama para cultivar más fama, ella prefiere mantenerse al margen, vende su programa, no su persona “prefiere fotos en las que no se vea su cara” dice ella misma.

Pero sobre todo, tiene una propuesta de venta única muy simple,” necesitas sólo 28 minutos al día para ejercitarte y tan sólo el espacio que ocupa tu cuerpo: Da igual cómo vivas y dónde, “tienes ese tiempo” no necesitas nada más. Una mensaje muy directo, claro y empático que ha calado de una manera especial en una de las comunidades más fieles que se conocen en internet.

Cada evento de entrenamiento colectivo al que acude Kayla se convierte en algo tan multitudinario en el que ella tiene protagonismo, pero mucho más las propias seguidoras que deciden pasar unas horas ahí.

Una comunidad movida por los mismo intereses, motivaciones y que se sienten orgullosas de formar parte de la misma. No se trata de ir a un concierto de masas para adular a tu ídolo, se trata de ir a un evento con gente que tiene cosas en común contigo, que te motiva y en el que te lo pasas bien.

 

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Evidentemente con el tiempo, el equipo de Kayla se ha sofisticado mucho, y ahora tienen una estrategia online y de redes sociales muy sofisticada, pero en esencia lo importante es que ha sabido conectar con su audiencia a través de la autenticidad, sencillez, simpatía y trabajo diario.

Quizás estos elementos que parecen tan simples son los que deberíamos de trabajar muchas personas y marcas para crear comunidades fieles.

 

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