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Cuando se trata de innovación, pocas veces innovamos (valga la redundancia) en los referentes en este campo. Por desgracia, tendemos a echar siempre la mirada hacia Estados Unidos, Japón, Canadá, Holanda, Alemania o Francia… Sin embargo, en cuestiones de innovación tecnológica, así como en formatos originales de televisión, Israel, es, sin duda, el líder indiscutible.

Con un territorio pequeño, enclavado en una de las regiones más históricas y conflictivas del planeta, y con casi 8 millones de habitantes, resulta, a primera vista, contradictorio afirmar que Israel es uno de los centros de innovación tecnológica y científica más grandes del mundo y una verdadera fábrica de tecnología y de emprendimientos TIC. Pero lo es, ¡y vaya que si lo es!

Israel es innovación por los cuatro costados. Y lo es porque es uno de los pocos países que apuesta por el I+D, con una inversión continuada que le permite obtener resultados destacados y que le han llevado a convertirse en un país pionero en la economía basada en el conocimiento. En Israel se ha invertido y se invierte mucho en investigación y desarrollo.

Conscientes de que la innovación no sigue un modelo lineal, sino que depende de múltiples factores, este país no ha dejado de apostar y creer en su crecimiento económico. Además, no sólo fomenta la inversión propia, sino que promueve la inversión de capital extranjero, otra de las claves de su éxito. Y gracias a eso, es el padre (y la madre) de multitud de inventos de cualquier tipo y área.

En aplicaciones, podemos hablar de apps GetTaxi, Viber, EatWith, o Stylit, que se han desarrollado en compañías israelitas o con capital israelí.

Además, muchos son los avances que se han hecho resultantes de la aplicación de tecnologías del ejército en el campo de la medicina. Entre ellos destaca la PillCam, una cápsula que permite visualizar los intestinos sin necesidad de endoscopia, el vendaje de emergencia o vendaje israelí, la adaptación de un simulador de vuelo del ejército, convertido en un simulador de neurocirugía revolucionario para ensayar las operaciones antes de hacer ni una sola insición, un sistema de inyección de insulina microscópico y con control remoto… etc.

En cyber-seguridad, también son referentes con la empresa Check point como líder… Pero también lo son con inventos que se hacen difíciles de creer, aunque nos hacen pensar que la era Black Mirror está cada vez más cerca. Es el caso de los sistemas Xaver por Camero, por ejemplo, que permiten ver a través de las paredes…

O incluso en el campo del deporte, con ACE IntelliGym, un gimnasio para mejorar hasta en un 30% el rendimiento de los jugadores de basket y hockey, o PlaySight Corte, un sistema parecido que ayuda a los entrenadores a tener datos concretos de rendimiento y a planificar jugadas, en el mundo del tennis.

Y  en cuanto a imagen y sonido. Después de inventar el digital printing, consecuencia de una adaptación de una tecnología de mapas desarrollada por el ejército israelí… Y el sistema de estabilización de las imágenes, creado para tomar imágenes a larga distancia desde superficies poco estables como tanques, llega la adaptación de los FDI, los primeros vehículos aéreos no tripulados que se han convertido hoy en día en los famosos drones, que un día nos traerán nuestros pedidos de Amazon a casa.

Y si seguimos sumando, podemos añadir la comunicación por satélite, los recubrimientos antiadherentes para aviones, y hasta la arquitectura de almacenamiento de datos de ato rendimiento o la memoria flash USB.

Pero la innovación de Israel y la creatividad que desprende este país, también se ve reflejada en formatos de televisión innovadores, que ganan todos los premios y que se convierten en referente y adaptación para el resto de países del mundo, como es el caso de uno de los últimos formatos que ha arrasado en el mundo: Master Chef.

Aunque, para mi, uno de los formatos televisivos más innovadores que he visto hasta ahora, porque consigue integrar a la audiencia en el contenido con un resultado y una puesta en escena espectaculares, es el formato Rising Star. Un talent show que podría salir en Black Mirror.  Juzgad vosotros mismos.

Rising Star es un formato innovador dentro de un campo en el que es difícil encontrar ese twist que impacte. Es un talent show, como La Voz, en el que la fase de selección, o el cásting, es decidido por los espectadores que están en su casa, a través de una aplicación que funcina como Tinder, y que muestra en directo las caras de los espectadores conectados y el resultado al concursante.

Sin duda, os animo a que tengáis a este país en el punto de mira cuando busquéis inspiración.
Seguro, vais a encontrar maravillas.