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Después de pasar unos meses bastante entretenido en el lanzamiento de varios proyectos transmedia para televisión y de tropezar varias veces con la misma e infinidad de diferentes piedras, he llegado a la conclusión que las penas compartidas son menos penas. Por este motivo, propongo al paciente lector elaborar una guía de supervivencia para aquellos que estén produciendo proyectos transmedia para un medio de comunicación.

Y es que elaborar un proyecto de estas características hoy en día para televisiones con una fuerte tradición analógica sigue siendo una tarea complicada por múltiples razones. La principal reside en el hecho de que todavía no han (ni hemos) podido adaptar sus estructuras (ni las nuestras) a las necesidades que conllevan las nuevas narrativas. Así como no son (ni somos) conscientes de que superar el marco de una sola pantalla (la antigua televisión analógica) requiere de incorporar en su imaginario infinidad de conceptos nuevos como son, entre otros, la adopción de una nueva perspectiva de los contratos de los derechos de imagen; una nueva concepción de la producción de contenidos (mayor eficiencia en los rodajes) o diferentes maneras de explotar comercialmente el proyecto.

 Estoy convencido de que, con el paso del tiempo, muchos de estos cambios necesarios serán una realidad y veremos con normalidad planteamientos que hoy en día parecen marcianos. Mientras esperamos, he elaborado lo que son para mi los 10 mandamientos del Manual de supervivencia del productor transmedia. Se aceptan sugerencias en #MandamientosTransmediaIA.

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LOS 10 MANDAMIENTOS DE LOS PROYECTOS TRANSMEDIA 

1) No confundirás “transmedia” con “crossmedia” ni “multiplataforma”

En las primeras reuniones es importante discernir si el cliente o coproductor tiene en mente crear un proyecto transmedia, crossmedia o simplemente multiplataforma. La diferencia no es baladí, ya que en el primer caso necesitaremos unos tiempos de ejecución muy ajustados combinando los contenidos pregrabados con espacios totalmente en directo. Si se trata de un contenido crossmedia, la presión para hilar las narraciones en diferentes plataformas se relaja.

2) No lo intentarás sin la complicidad total de la antena

Sin la complicidad de la televisión es prácticamente imposible llevar a cabo un proyecto transmedia. Dicho de otra manera: si la antena solo se limita a emitir el programa y poca cosa más, el proyecto languidece. El rol de la televisión tiene que ser el de reforzar el proyecto no solo con la emisión, debe promocionarlo correctamente, potenciando en todo momento la participación (recomendaciones, concursos, reflexiones, etc.).

3) En diferido es mucho más difícil

Gran parte de los programas de televisión de producción externa son en diferido. Las presiones presupuestarias acostumbran a provocar que el producto ya esté cerrado unas semanas antes de la emisión, lo que imposibilita la interacción entre plataformas de difusión más allá de crear un debate en las redes y poca cosa más. Evidentemente, los programas de entretenimiento de gran formato en directo tienen más posibilidades de elaborar una narrativa transmedia, pero la infrautilizan.

Por ejemplo, un concurso en un proyecto transmedia puede requerir que se genere en las redes sociales, se incentive en la web y termine en el formato televisivo, lo que impide que el programa se cierre semanas antes de su emisión.

Es necesario crear un sistema de producción mixto que permita producir un grueso del contenido televisivo con antelación, dejando partes por cerrar a última hora. Es difícil, pero necesario.

4) Muchas plataformas, diferentes targets

Los hilos argumentales de los proyectos transmedia transitan por las diferentes plataformas sumando contenido lógico a su relato, pero eso no supone que sea la misma audiencia la que esté presente en cada una de las plataformas. El usuario es perezoso y no está dispuesto a navegar por mares que desconoce.

Es recomendable crear un patrón de targets limitado, saber por dónde y cómo se mueven y si se van a sentir decepcionados interactuando con una parte de la narración. En paralelo, detectar aquel público con capacidad de seguir todo el relato por diferentes plataformas.

5) Toda plataforma necesita su minuto de gloria

Cada plataforma de difusión (una web, la radio, la televisión, una red social o evento físico) necesita tener una posición predominante vinculada a un contenido concreto en el proyecto transmedia. Lo que sería su minuto de gloria.

Requiere de protagonizar un concurso, la emisión de material inédito, ser el espacio de debate, etc. Sin este minuto de gloria, la plataforma pierde efectividad en su globalidad.

6) No dirás “espectador”, dirás “usuario”

Como es lógico, los proyectos transmedia ven al espectador como un usuario, con capacidad de actuar o interactuar, aunque no todos lo hagan. Esta perspectiva es especialmente útil en lo que se refiere a la explotación comercial del programa.

7) Sin regalos, no hay participación

Para convertir al espectador en usuario es necesario motivarlo. Para todos es conocida la famosa teoría psicológica de usos y gratificaciones: el usuario necesita saber que tendrá una compensación tangible (premios) o intangible (reconocimiento) para formar parte de un proceso de estas características.

8) Garantizarás que los presentadores del programa tengan las redes sociales en buen estado (y por contrato)

La cara o caras visibles del proyecto en las diferentes plataformas son nuestros embajadores. Y, como buenos intermediarios, tienen que mantener sus relaciones sociales en forma –en este contexto, las redes sociales.

Es recomendable que en el proceso de selección se valore la capacidad de interactuar de los presentadores más allá de la pantalla de televisión. Se recomienda incluir una cláusula en el contrato en la que se comprometan a seguir trabajando para el proyecto vía las redes sociales.

9) No todas las marcas sirven

Parece una incongruencia, pero algunas marcas no encajan en proyectos de este tipo. Marcas con una esencia muy analógica o con un distanciamiento brutal respecto al contenido del proyecto acostumbran a ser unos malos compañeros de viaje.

10) No te volverás loco en busca del comercio electrónico perdido

Una de las obsesiones de los productores de proyectos transmedia es encontrar la forma de encajar una línea de comercialización vía comercio electrónico. A veces, esta necesidad/interés puede provocar que los contenidos de las narrativas pierdan valor. Prudencia, pues.

Estos son mis mandamientos, pero hay más. Se aceptan sugerencias en #MandamientosTransmediaIA.

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Mientras, seguiré buscando una nueva piedra para tropezar una vez más. Seguramente, el siguiente paso será montar una cantera. Pero esta ya es otra historia (transmedia, por supuesto).

 

@laudelgado_com