En el último post que escribí en Innovación Audiovisual me confesaba desanimada y falta de ideas ante el ruido ensordecedor de las redes y los medios. Ha pasado el tiempo y me he re-animado. Dentro de pocas semanas estaré de vuelta impartiendo clases en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, donde en su día estudié. La perspectiva de compartir conocimientos con los estudiantes y dedicarnos a crear desde cero un formato televisivo me resulta muy estimulante.

Estos días me dedico a preparar las clases y sé que, una vez más, aparecerá el primer día la necesidad de plantearnos para quién diseñamos los programas, en qué soportes se verán, con qué expectación y estado de ánimo se recibirán, qué inquietudes satisfarán. En definitiva, ¿qué razones impulsan a la audiencia a ver la televisión? Responder a estas preguntas nos ayudará a plantear mejores programas, a programar mejor y por supuesto elegir las plataformas adecuadas a cada contenido.


Tras hacer de detective en las redes, he dado con un informe muy interesante que procede de Thinkbox y que comparto con los lectores en este breve resumen. Estas son las conclusiones de un estudio realizado con 30 personas que usaron gafas con cámaras a lo largo de 150 días en los que se registró lo que veían en las diferentes pantallas. Estos datos, sumados a un estudio cualitativo realizado con otras 6.000 personas, arrojan conclusiones muy interesantes. Aclaremos solamente que todos los individuos de la muestra son del Reino Unido, pero no creo que sus elecciones de consumo difieran mucho de las nuestras.

Estas son las 8 razones fundamentales para ver la televisión, enumeradas por orden de preferencia, de mayor a menor tiempo dedicado:

1- Relajación
2- Distracción
3- Comodidad
4- Contacto con el mundo
5- Experiencia
6- Placer
7- Evasión
8- Consejos, guías útiles

1. Relajación (26% del tiempo). Nos hallamos ante espectadores están cansados, que no quieren pensar demasiado y buscan contenido divertido. El contenido debe ser familiar y fácil de ver. Predomina la televisión lineal, el directo, el visionado en soledad y se prefiere en horas de tarde.

2. Distracción (18% del tiempo). Cubre la necesidad de gratificación instantánea para pasar el rato, contrarrestar el aburrimiento o proporcionar un breve descanso de otras tareas y se realiza a través del entretenimiento o la información. Con frecuencia los espectadores buscan mejorar su estado de ánimo. El contenido se busca en un canal de televisión o en la plataforma que mejor satisfaga sus intereses de distracción (música, concursos, comedia). Los más jóvenes son los que más apuestan por este tipo de consumo, que suele realizarse en plataformas online y visionado en dispositivos portátiles.

3. Comodidad. (16% del tiempo). Los espectadores están relajados y acompañados. La elección del contenido es secundaria puesto que prima el deseo de la familia de poder ver algo juntos. Se busca programas familiares que puedan gustar a a todos. Triunfa la televisión convencional, el visionado en grupo y el aparato televisivo como dispositivo preferido.

4. Contacto con el mundo. (12% del tiempo). Responde a la necesidad de saber lo que está sucediendo en el mundo, de estar informados sobre sucesos políticos, sociales y culturales. Las emisiones en directo son las preferidas para seguir las noticias y la actualidad. Los vídeos online se utilizan para ver temas concretos o ver contenido durante los trayectos. Predomina la audiencia más adulta y el consumo en horario de mañanas.

5. Experiencia. (10% del tiempo). La audiencia quiere sentirse parte de una experiencia visual compartida, ya sea viendo emisiones lineales o participando en una conversación social más amplia. Se trata de contenidos con altos valores de producción y talento de alto perfil. Aquí encontramos las series de éxito, la telerrealidad o el deporte. La capacidad de fomentar la conversación supone un gran atractivo para todas las edades y géneros. De nuevo la pantalla televisiva es la preferida y en horario nocturno.

6. Placer. (9% del tiempo). Llegamos a eso que denominamos ‘mi momento’, esos minutos diarios en los que cada espectador busca satisfacer un gusto o interés personal. La elección del contenido varía según el contexto, el grupo de edad y los intereses del espectador. Predomina la audiencia más joven que elige ver video online en soledad.

7. Evasión (7% del tiempo). El espectador busca evadirse de su realidad y sumergirse en una experiencia distinta, envolvente y altamente atractiva. El contenido tiene altos valores de producción, talento de alto perfil y argumentos interesantes o complejos. Hablamos de los grandes dramas, en un consumo nocturno y con preferencia del vídeo bajo demanda (VOD).

8. Consejos, guías útiles. (2% del tiempo). Este consumo cubre la necesidad de encontrar información práctica que pueda aplicarse en mejoras vitales. El visionado se orienta al cumplimiento de tareas / objetivos, se trata en su mayoría de vídeos que explican cómo realizar una tarea. Suele satisfacerse a través de video de formato corto, como los videos instructivos. YouTube es sin duda la plataforma preferida. Los valores de producción y la calidad no son prioridades. Se consumen en dispositivos portátiles.

En conclusión:
Vistos los diferentes géneros/tipo de emisiones para satisfacer nuestros diferentes estados de necesidad de visualización, la televisión convencional se erige todavía como el modo más popular para satisfacer todas esas necesidades excepto la última.

Las emisiones en directo/vivo destacan por ayudarnos a mantener el contacto con el mundo y nuestro deseo de compartir experiencias de visualización con otros.

El video online como YouTube es el medio más popular para satisfacer la distracción y nuestras necesidades más prácticas.

Los servicios de suscripción y vídeo bajo demanda VOD como Netflix son buenos para ofrecer formas adicionales de evasión a través de contenido como el drama de alta gama.

Autor Foto: Imagen: Pr3liator Flickr via Compfight Compfight CC

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