Hace tan sólo unos días el Parlamento Europeo aprobó la normativa que obliga a las nuevas plataformas de contenido audiovisual a ofrecer un 30% de producción europea en sus catálogos. Una decisión que afecta a Netflix, HBO u Amazon y que a buen seguro impulsará la producción de ficción de nuestro país. Una ficción que está viviendo un momento de apogeo nunca antes visto. De hecho, a día de hoy, prácticamente todos los canales y plataformas producen o están desarrollando series propias de toda índole, en busca de hacerse con un lugar predominante en las cabezas y corazones de los consumidores.

Historias cada vez más complejas, con excelente factura técnica y grandes presupuestos (aun baratos en comparación con otras industrias, pero siempre crecientes). Ello supone toda una inversión de riesgo para productoras y cadenas/plataformas que, naturalmente, quieren tratar de controlar al máximo el producto para no darse el tortazo padre. Y gran parte de la clave está precisamente en la persona/s que se convierte en la cabeza visible de la serie

Aquí es donde surge el debate: unos y otros eligen distintas fórmulas y caminos para liderar el proyecto, pero ¿Cual es la mejor manera de asegurar el éxito de tu serie?

Tradicionalmente (y por tradicionalmente en este caso entendemos lo que se ha hecho siempre en Estados Unidos, que para eso inventaron la TV) el máximo responsable de una serie es el guionista que la crea (el showrunner) La lógica de la producción industrial ha venido a demostrar que es más sencillo que un guionista aprenda de presupuestos, planes de rodaje o decisiones de programación a que un productor o un ejecutivo de un canal aprendan a contar grandes historias. Fin del debate

¿Los directores? Desempeñan un papel importante pero supeditado al showrunner, ya que suelen ser varios por temporada y cada uno se encarga de la grabación de uno o más episodios.

En España tuvimos en los años 70 y 80 a creadores que compaginaron su carrera en cine y en TV (nombres tan importantes como los de Pedro Masó, Pilar Miró, Antonio Mercero o Mario Camus). En los años 90 del siglo pasado, con la llegada de la televisión privada y la imposición del “modelo Globomedia” se forma una verdadera escuela de guionistas de series que es la que produce la mayoría de éxitos de los últimos 25 años, aunque siempre trabajando con una férrea supervisión por parte de los productores y las cadenas. Tan sólo en los últimos 5 años los guionistas comienzan a tener más control sobre sus productos, trato directo con las cadenas a la hora de vender proyectos y cierto reconocimiento por parte de los medios y el público.

Con esta paleta de opciones, no resulta raro que a día de hoy podamos encontrar casos de éxito basados en todos los modelos, así que lo mejor será hacer un repaso más detallado para ver a quien otorga los galones cada uno:

CADENAS GENERALISTAS

En la mayoría de los casos Atresmedia, TVE y Mediaset siguen trabajando con el modelo de las pasadas décadas. Es decir, un equipo de guionistas supeditado a los productores ejecutivos de la propia productora, que son los que mantienen el contacto directo con los directivos del canal y están en la cúspide de la pirámide en lo que a toma de decisiones se refiere. La cadena, por su parte, está muy presente en las primeras fases de conceptualización y marca muchas decisiones sobre casting, tipos de trama, tono, etc. hasta quedar satisfecha. La cadena suele hacer una petición a la productora, indicando que tipo de serie están buscando y ésta desarrolla conceptos en torno a esa petición. En otros casos se traen proyectos sin que se soliciten, pero siempre teniendo muy en cuenta lo que la cadena suele programar. Las ideas originales son en ocasiones de uno o varios guionistas y en otras directamente de un productor. Responden a este modelo series actuales como ”Estoy vivo”, “Cuéntame” o “Allí abajo” y nombres consolidados en la industria como los de Dani Écija, César Benítez o Miguel Ángel Bernadeu.

Dentro de este modelo es cierto que cada vez se está dando más peso y responsabilidad a los guionistas creadores de las series, quienes ya ejercen labores de producción ejecutiva y tienen trato directo con la cadena. El máximo exponente de ello lo encontramos en Bambú, que además de ser una productora de grandes éxitos (“Velvet”, “Gran Hotel”, “Las chicas del cable”, “Fariña”) está creada y liderada por guionistas. Ramón Campos sí que puede considerarse un showrunner de pleno derecho, al igual que sucede con Alex Pina (“Vis a vis”; “La casa de papel”), Aitor Gabilondo (“El príncipe”) o Javier Olivares (“El Ministerio del tiempo”, “Isabel”). De hecho, muchos de estos creadores están aprovechando sus éxitos y el creciente reconocimiento para fundar sus propias productoras y así entablar relaciones de otro tipo con los canales y plataformas.

Es más, las propias cadenas no quieren quedarse al margen de lo que se cuece entre creadores y plataformas, por lo que han dado sus propios e interesantes pasos para participar de una u otra manera en proyectos ajenos. En este sentido destaca la creación de Atresmedia Studio, que ya está produciendo contenido para Movistar + (“El embarcadero”) mano a mano con los creadores de “La casa de papel”. Se da la curiosa circunstancia de que la directora de ficción de Atresmedia, Sonia Martínez, se desdobla ahora en productora ejecutiva para tratar con los directivos de otras cadenas y plataformas… una doble función hasta ahora inédita en nuestra industria.

Mediaset por su parte no está arriesgando tanto, pero sí que participa como socio en la compañía Alea Media, que ya está trabajando para HBO.

MOVISTAR +

La plataforma digital española es la que más suscriptores tienen en la actualidad y  este año ha sacado músculo para reafirmar su posición de dominio con un aluvión de contenido (prácticamente una serie al mes) muy variado pero con un denominador común: series con un reconocido director de cine al frente. Es cierto que los Urbizu, Barroso, Fernández Armero, Alberto Rodríguez o Mar Coll han escrito o coescrito muchas de sus películas, si, pero ninguno de ellos tenía apenas experiencia previa en series de TV.

En líneas generales los directores han tenido bastante libertad a la hora de desarrollar sus series y cuando ha habido que “pelear” con la plataforma algunas decisiones creativas o presupuestarias es habitual que las acabasen ganando (como ha reconocido Rafa Cobos, guionista de “La peste” en alguna ocasión).

Aunque Movistar + no da muchos datos oficiales del visionado de sus series, hay voces que indican que algunas no han cubierto plenamente las expectativas y/o los costes de producción y promoción así que habrá que estar atentos a si en los nuevos proyectos que vaya desarrollando la compañía se mantiene la apuesta por la gente del cine o se abre la puerta a creadores televisivos.

NETFLIX

A la espera de ver como se concreta su alianza con Movistar + y en que afecta o no a la producción de contenido nacional, la compañía de Red Hastings no deja de firmar acuerdos de distribución preferente del contenido con Atresmedia y Mediaset (“Brigada Costa del Sol”). Y, por supuesto, además sigue con su línea de producción de originales, en la que Netflix deja algo muy claro: busca grandes audiencias globales.

“Las chicas del cable” ya evidenció que la plataforma está más interesada en producir culebrones premium que enganchan al público femenino (ahí tenemos el reciente éxito de “La casa de las flores”) antes que ficciones sesudas que reciban el aplauso unánime de la crítica. Ahora “Elite” viene a confirmárnoslo con un producto juvenil que sigue la estela de “Por 13 razones” y busca a todo el público hispanohablante (algo que queda claro desde el propio casting). Por cierto, que la búsqueda de ese target adolescente ya se preparó desde mucho antes con la llegada a la plataforma de “Paquita Salas”, ya que sus creadores (los Javis) son auténticos ídolos entre el público Millenial. Y no podemos olvidar el tremendo éxito internacional logrado con un producto heredado como ”La casa de papel”, que les ha hecho correr cuales gamos para fichar en exclusiva a su creador, Alex Pina, y a su nueva productora para que desarrolle ficciones originales de la plataforma.

Hasta el momento la forma de trabajar de Netflix ha sido la misma: establecer un trato directo con los guionistas que les gustan y pedirles que creen un nuevo producto muy acorde a lo que saben que su público va a consumir. En esta dinámica los creadores tienen muy definido por los análisis de big data su terreno de juego, pero libertad absoluta para moverse dentro de él. Aquí cada uno lo resuelve a su manera: mientras en Bambú trabajan con sus realizadores televisivos de confianza, Carlos Montero y Dario Madrona confían la puesta en escena de “Elite” a directores de cine como Dani de la Orden y Ramón Salazar.

HBO

Aunque se sabía desde hace tiempo, acaba de hacerse oficial que HBO España está produciendo su primera ficción propia y la elegida no es otra que la adaptación de “Patria”, la exitosa novela de Fernando Aramburu. La plataforma quiere así mantener los pilares que la han hecho célebre en todo el mundo: series de autor con un componente de calidad muy marcado y que difícilmente se verían en otro canal o plataforma. El elegido para la adaptación ha sido el guionista Aitor Gabilondo que, con su nueva compañía Alea Media, ejercerá de showrunner con plenos poderes. Baste decir que ha tenido un año para trabajar en los guiones de la serie para entender que estamos ante una manera de hacer diferente, sello de la casa.

Y para ilustrar hasta que punto confía HBO en los guionistas sólo hay que recordar que David Benoiff y Daniel B. Weiss sólo habían escrito un par de películas cada uno y jamás habían producido nada cuando confiaron en ellos para hacer “Juego de tronos” con presupuestos de 10 millones de dólares por episodio.

AMAZON

El gigante de las compras sigue inyectando dinero en todo el mundo para hacer que su servicio de streaming Prime Video pueda pelear al nivel de los dominadores del sector, y España no iba a ser una excepción. “Pequeñas coincidencias” es el nombre de su primera apuesta, una serie creada, escrita, dirigida y protagonizada por Javier Veiga y producida por Atresmedia studio, en otra de las hibridaciones de las que antes hablaba.

Una comedia completamente de autor (al igual que lo son algunos referentes del género como “Louie” o “Master of none”) y en la que Veiga habla de libertad plena por parte de la productora y la plataforma en cuanto a los temas a tratar y el tono elegido para hacerlo.

En un par de meses podremos comprobar el resultado de esta apuesta de Amazon por un creador de forma tan rotunda. Lo que está claro es que cómo la cosa funcione, hay mucho dinero listo para ser inyectado e nuevos proyectos… no olvidemos que Jeff Bezos está apostando muy fuerte por el vídeo, con inversiones tan descomunales como los 1.000 millones de dólares destinados a las 5 temporadas firmadas de golpe de la nueva adaptación de “El Señor de los Anillos”.

Resumiendo: al cargo de nuestras series podemos encontrar a guionistas de TV de toda la vida que al fin han logrado el poder, a experimentados productores ejecutivos con muchos éxitos a sus espaldas, a directores de cine de prestigio, pero sin experiencia previa en el medio y a directivos de cadenas ejerciendo de productores en ficciones que emitirá su competencia.

¿Qué opción pensáis vosotros que es la más acertada?

 

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Photo credits: Tomasso Salici y Stock catalog, vía Flick.