Regreso al futuro

Hoy es el día indicado: el presente llegó al futuro.

Hace treinta años del estreno de la trilogía de ‘Regreso al futuro’ (Volver al futuro, en hispanoamérica), hace treinta años que espero este día.

El 21 de octubre es la fecha elegida por «Doc» Emmett Lathrop y Marty McFly para viajar al futuro en la segunda entrega de la saga. Coches voladores, aeropatines, cazadoras con autosecado, zapatillas Nike auto-ajustables con robot-cordones. Un futuro de verdad.

https://youtu.be/eVebChGtLlY

Los objetos creados por las películas de ficción que son aprovechados por la marcas  pueden ser una sorprendente estrategia transmedia como soporte de nuevo contenido. Aquellos objetos pensados para un futuro en verdad son fósiles tecnológicos que recobran vida por un tiempo. Se transforman en una forma de capitalizar el relato a través del éxito de lo que pudo ser y no fue, de la nostalgia disfrazada de futuro optimista.

Eso es también parte de la narrativa expandida de una película que se ha transformado en una marca. Y  sus seguidores, entre los que me encuentro, en una red bien entrelazada y fortalecida que forma una audiencia heterogénea. Y donde huele a audiencia van las marcas. La edición limitada que Pepsi saca hoy mismo por un mes en homenaje a la botella que Marty bebe en la película es un buen ejemplo. La Pepsi Perfect cuesta a 20 dólares cada una. 

https://youtu.be/XrwRdzFP-fY

El relato popular se amasa al ritmo de sus fans que constantemente lo recrean, mejoran, tergiversan y, sobre todo, lo comparten.  Algunas marcas explotan la narrativa de un proyecto construyendo mensajes sobre aquellos objetos que, aunque imaginarios, tienen estado de realidad contrastada. Alguien habrá pensado que las Nike Air Mag auto-ajustables deben protegerse también con un producto del futuro.

Cuando se concibió el guión, la máquina del tiempo de Regreso al Futuro iba a ser una nevera en lugar de un DeLorean. La cambiaron por dos razones: se trataba de un objeto poco atractivo y muy estático y, además, porque a algún niño podía ocurrírsele meterse a la nevera de su casa. Doc Braun lo aclara en la película «Si vas a viajar al pasado, hazlo con estilo». Parece el slogan de smartphone.

El DeLorean se llama móvil.

John Bell, el diseñador de arte de la película, creó la regla de 15/85, que consiste en el porcentual de elementos futuristas y realistas reconocibles que debe haber en un objeto para que sea creíbles dentro de un futuro cercano.

Claro que este porcentual debe tener en cuenta la época desde donde se parte. A quién se le hubiese ocurrido en esa época cocinar en una tablet gigante conectada a internet.  

Mucho de aquel futurismo optimista de Regreso al Futuro II hoy es una realidad que converge en el móvil.

Las videoconferencias, la multipantalla, los controles dactilares para entrar a una propiedad, pantallas inmensas y muchas tareas de las que ya olvidamos cómo se realizan en la era pre móvil. En  la película se especula con la publicidad personalizada pero con otros medios….

La saga Regreso al Futuro se ha convertido en un fenómeno global. Desde eventos de conmemoración en todo el mundo a muestras retrospectivas en en museo prestigiosos. En el MOMA, Robert Zemeckis dijo Cuando los efectos digitales lleguen a ser parte de todas las películas y los directores estén limitados solo por su capacidad artística, espero que todo vuelva a girar en torno a la historia”.

Mientras tanto, las redes brillarán de ochenteros melancólicos y de nihilistas intransigentes, lo único seguro es que los próximos treinta años seguirán naciendo historias que crean audiencia,  aunque los coches no vuelen. O si.

Bonus Track
Spotify: Back To The Future
https://play.spotify.com/user/j.lacort/playlist/7sXTwC7UZe4DptQrwi9qgL?play=true&utm_source=open.spotify.com&utm_medium=open

La foto utilizada es para un uso no comercial.

@puntodegiro2